Como los polis en Estados Unidos no son nada violentos, el presidente Donald Trump no encontra ninguna bronca en regresarles el acceso a equipo militar, el cual –hasta 2015– podían adquirir con el Ejército. Esta facultad fue suspendida por el exmandatario, Barack Obama, debido a que, en ocasiones innecesarias, los agentes llegaban a desplegar fuerza excesiva.
De acuerdo con El País, el decreto para volver a dar a la policía juguetes como bayonetas y lanzagranadas, está en preparación. Incluso, la acción ya fue mencionada por el fiscal general, Jeff Sessions, quien en la convención nacional de la Orden Fraternal de la Policía de Nashville señaló que Trump emitirá una orden ejecutiva que hará más fácil proteger a los oficiales y a sus comunidades.
Trump orders military to resume giving cops free grenade launchers, bayonets and tanks https://t.co/C4mZ42PtWJ pic.twitter.com/p43Jat71Sk
— HuffPost Politics (@HuffPostPol) 29 de agosto de 2017
“Va a rescindir las restricciones de la Administración anterior que limitaban la habilidad de sus agencias para obtener equipo a través de programas federales, incluyendo equipos que salvan vidas, como chalecos, cascos y equipos de primeros auxilios y rescate como los que están usando en Texas ahora mismo”, agregó.
Cops can already get military gear. Trump’s new policy just lets them use it more recklessly. https://t.co/jHz2EceIWd pic.twitter.com/wkttDrPYiQ
— Slate (@Slate) 28 de agosto de 2017
Se calcula que mientas duró el polémico programa de venta de equipo militar a la policía (de 1990 a 2015), ésta se armó con sobrantes del Pentágono con valor aproximado de 5 mil 400 millones de dólares. Además de los chalequitos salvavidas que mencionó Sessions, se adquirieron vehículos tipo tanque, rifles de gran calibre y hasta aparatos aéreos armados. Sin embargo, tras ver la forma en que algunos agentes los utilizaban –sobre todo luego de los disturbios de Ferguson– Obama decidió eliminar esta práctica… No es que los hayan utilizados contra la multitud iracunda por la muerte de un joven negro a manos de un policía blanco, sino que se dio cuenta que el hecho de tener oficiales con indumentaria militar y rifles al hombro como que avivaba más las protestas.
“A veces, la respuesta de la policía a esas protestas era una operación ‘militar'”, consta en un informe encargado por Obama tras las protestas en Ferguson y Baltimore. En defensa del armamento militar para policías, la ley de Estados Unidos señala que éste se permite debido a que el uso de armas mortales es justificable cuando un sospechoso representa una amenaza real para un oficial o la comunidad.