Mientras la comunidad internacional esperaba que a Trump se le aparecieran los fantasmas de las tres navidades pasadas o una sospechosa rosa blanca lo hiciera entrar en razón, el presidente de Estados Unidos se pasó por el Arc de Triomphe todos los protocolos habituales para hacer realidad el sueño de sus más fervientes seguidores. Este viernes, Donald declaró un estado de emergencia nacional para —unilateralmente— conseguir la lana para construir su famosísimo Muro.
“Dicen que los muros no sirven (…) pues los muros sirven el 100% de las veces”, decía la presidencial botana de queso el mandatario durante el anuncio.
De acuerdo a Business Insider, esta movida de Donnie lleva la política estadounidense a un nuevo territorio donde el presidente puede saltarse al Poder Legislativo y redirigir el presupuesto militar —que en Estados Unidos es un titipuchal de dólares— para conseguir metas políticas personales.
Para la construcción del muro, el Congreso de Estados Unidos ya le había financiado a regañadientes la módica cantidad de mil 400 millones de dólares. Sin embargo, tras esta decisión, el presupuesto de la pared que dividiría la frontera acaba de conseguir 6 mil 600 millones de dólares más. Lo único que no se ha podido definir hasta el momento es cómo los Trumplovers siguen creyendo que el muro lo pagará México.
Antes de pegar el grito al cielo, todavía faltan muchos pasos para que el presidente consiga lo que quiere. Los demócratas prometieron luchar contra la medida en todas las instancias posibles y el departamento de Justicia le dijo a la Casa Blanca que las cortes gabachas le pondrán un estate quieto temporal.