Después de que finalizara la primera conferencia de prensa del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en la cual el empresario neoyorkino aseguró que México reembolsaría a través de impuestos o un pago el costo del muro entre ambos países, el presidente Enrique Peña Nieto aseguró, durante la 28 Reunión con Embajadores y Cónsules de México, que nuestro país no pagará por la construcción de esa obra.
En la reunión, EPN aseguró que en ningún momento “aceptaremos nada en contra de nuestra dignidad como país ni de nuestra dignidad como mexicanos”, además que los principios básicos como la soberanía, el interés nacional y la protección de los connacionales “no son negociables“. Y después continuó con estas sabias palabras: “es evidente que tenemos algunas diferencias con el próximo gobierno de Estados Unidos, como el tema de un muro que México por supuesto no pagará”.
El presidente Peña Nieto afirmó que impulsará una negociación “abierta y completa” y que en ningún momento aceptará nada en contra de “nuestra dignidad como país ni de nuestra dignidad como mexicanos”. Durante su mensaje, EPN aseguró que los dos retos para 2017 son el aumento al precio de las gasolinas y la manera en cómo abordarán la relación bilateral con Estados Unidos. En el primer caso, el mandatario dijo que aunque la medida es impopular y difícil, también era impostergable, además de indicar que hay comprensión por la medida adoptada.
La negociación con los estadounidenses deberá incluir temas como el freno al tráfico de armas, la repatriación digna de nuestros compatriotas e inversión para que la frontera sea más segura, mantener el libre flujo de remesas de los connacionales en Estados Unidos y acordar un Tratado de Libre Comercio que de certidumbre a la relación comercial entre Canadá, Estados Unidos y México.
En abril de 2016, el equipo de campaña de Donald Trump explicó que México pagaría el muro en la frontera a través de tres maneras: Estados Unidos decomisaría las remesas de los mexicanos que viven en territorio estadounidense, aplicaría aranceles comerciales y subirían los cobros por las visas.
