El día D finalmente llegó: Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton se enfrentaron en las urnas. Los pronósticos y las proyecciones el día de la elección dieron a la ex secretaria de Estado como la amplia favorita en la contienda con una clara ventaja de hasta 80% de posibilidades rumbo a la Casa Blanca. Como fueron pasando las horas, se fue cerrando la competencia.
El dólar estuvo en un vaivén con cada nueva noticia mientras muchos más andaban con el rosario en la mano. El sentimiento de derrota del Brexit y los Acuerdos de Paz en Colombia se hicieron presentes con cada actualización. Las predicciones de los prestigiosos The New York Times y Five Thirty Eight tampoco lo vieron venir. Las encuestas nos han fallado de nuevo.
Y luego llegó el sino de la derrota. Un mensaje críptico, pero paradójicamente entendible. Hillary Clinton hablando de la posibilidad de la derrota y ofreciendo un agradecimiento sinsabor que nos dejó inferir el fracaso. Donald Trump: el misógino, el mentiroso, el agresivo, el xenófobo, tenía razón. Las encuestas no dijeron la verdad.
This team has so much to be proud of. Whatever happens tonight, thank you for everything. pic.twitter.com/x13iWOzILL
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) 9 de noviembre de 2016
Y podríamos ponernos exquisitos y hablar de porcentajes, de cifras, de estados, de la importancia de Florida y los remates de Arizona y Michigan, pero todo eso ya está de más. El triunfo es una realidad, un resultado inapelable que refleja el sentir de una nación fragmentada y polarizada. Ganó el ‘Make America Great Again’ y la mayoría silenciosa que no registraron las encuestas.
¿Y ahora qué sigue?
100 DAYS OF TRUMP
El nuevo presidente asumirá su cargo el próximo 20 de enero. Cuando detalló su plan de los primeros 100 días de gobierno, Trump indicó que borraría los rastros de la gestión de Barack Obama en 24 horas, además de que volvería a un esquema de gobierno paternalista en lo que definió como un contrato con los estadounidenses.
¿Qué hará en sus primeros días de actividad presidencial? La inmigración ha jugado un papel importantísimo a lo largo de toda su campaña. Aunque reculó un poco respecto a sus primeros planteamientos, la deportación de inmigrantes ilegales es una de sus propuestas puntales.
En sus primeros tres meses y medio como mandatario iniciará el proceso de deportación de los inmigrantes ilegales con antecedentes criminales. Las cifras oscilan entre 168 mil y 2 millones de personas. También se prevé que suspenda la inmigración desde regiones propensas al terrorismo en las que no se puede consultar de manera segura la investigación de antecedentes.
Planteará reformas en Washington desde el primer día: buscará una enmienda constitucional para imponer límites a los mandatos de todos los miembros del Congreso y prohibición de cinco años a funcionarios del Congreso y la Casa Blanca antes de que se vuelvan en grupos de presión después de que salgan al servicio del gobierno.
Buscará renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Canadá y México. Además de cancelar la participación de su país en el polémico Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, conocido popularmente como TPP.
En su plan además postuló la cancelación de los pagos para apoyar programas de cambio climático de la ONU y, que en cambio, utilizará esos “miles de millones” para financiar proyectos domésticos, de acuerdo con The Telegraph.
Y POR SUPUESTO, TENEMOS QUE HABLAR DEL MURO
El pasado 22 de octubre, al presentar su plan en Gettysburg, Pensilvania, el nuevo presidente estadounidense habló sobre la construcción del muro fronterizo entre México y su país, la propuesta insignia de su campaña. Entonces Mr. Trump postuló que su ley para poner fin a la migración ilegal aportará los fondos para financiar la construcción de la obra “con el completo entendimiento” de que México terminará reembolsando ese dinero a Estados Unidos.
El anti-político no abundó más sobre la construcción de la polémica barrera ni de qué manera nuestro país pagará por la obra, como aseguró en la presentación de su plan de migración el pasado 31 de agosto (“México aún no lo sabe, pero pagará el muro. Al 100%”) tras reunirse en Los Pinos con el presidente Enrique Peña Nieto.
En medio de críticas férreas y aun con la resaca de la visita de Trump, EPN dijo algunas palabras que entonces sólo causaron mofa y se entendieron cínicas. “Quizá hoy no se terminen de entender (las decisiones), pero estoy seguro que llegará el momento que se comprenda el por qué de cada decisión tomada”, señaló al respecto de la visita del empresario neoyorkino.