Ahora sí el chisme se puso bueno. El ‘Archivo Nacional de Seguridad’ de Estados Unidos, descalificó una serie de documentos que revelan cómo el expresidente Richard Nixon, movió los hilos para derrocar al presidente chileno Salvador Allende en 1973, impidiendo que el médico cirujano y dirigente electo pudiera continuar con su mandato e instaurar el socialismo en la nación latinoamericana.
Esta develación cobra importancia y es delicada por demás, pues por una parte muestra hasta dónde puede llegar el poder estadounidense, mientras que por la otra, resulta increíble, que una sola decisión del entonces presidente estadounidense, sin saberlo, produjera una cadena de desgracias para los chilenos en los años venideros.
Causó un efecto mariposa con tal de luchar contra el socialismo. Aunque el archivo desclasificado es extenso pero apasionante si te gusta la historia, pues al final entenderás que si Nixon no hubiera decidido hundir a Allende, la dictadura de Augusto Pinochet, nunca hubiese podido llegar al poder y es muy probable que tampoco las persecuciones y desapariciones forzadas. Incluso, de cierta manera, Nixon está relacionado con las marchas que dieron lugar los últimos años para desechar la Constitución Chilena.
Durante los últimos 50 años, Estados Unidos había negado rotundamente haber intercedido para desestabilizar el gobierno de Allende, jurando que Henry Kissinger, entonces asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, nunca estuvo al tanto del plan del General Augusto Pinochet para dar un golpe de Estado para derrocar al gobierno izquierdista de la Unión Popular, y mucho menos estaban enterados que la consumación del plan terminaría con la vida del mandatario socialista en 1973.
“Marxista anti estadounidense”
Sin embargo, los documentos desclasificados, indican todo lo contrario. El informe revela que Nixon se reunió con su asesor de seguridad en carias ocasiones para discutir el oscuro panorama de un nuevo presidente socialista en América, justo después de la Guerra Fría y la crisis con Cuba vivía uno de sus peores momentos tras la muerte de Kennedy.
Además, entre los documentos desclasificados se incluye un memorándum redactado por el propio Kissinger destinado a la Casa Blanca, en el que califica a Allende como un “marxista duro y dedicado, que sin simpatizar con las políticas estadounidenses intentará establecer un estado socialista y marxista en Chile y buscaría eliminar la influencia de Estados Unidos en Chile y todo el continente para estrechar relaciones con Cuba, la Unión Soviética y otros países socialistas”.
En pocas palabras, Kissinger, advirtió a Nixon que el presidente chileno se había convertido en “uno de los desafíos más graves nunca antes encarados en el continente”, por lo tanto, Allende se había convertido en “una de las amenazas más graves contra nuestros intereses y posiciones en América”. Su consejo como asesor de seguridad nacional, fue contundente, recomendaba “hacer algo para prevenir que se consolide”.
Mientras que en otro de los documentos desclasificados, Kissinger claramente presiona a Nixon para que tome postura al respecto. Le recomienda “oponerse contundentemente a Allende”. Pero, el temor del asesor de seguridad ante el ‘riesgo inminente”, lo llevó a buscar apoyo con el entonces Secretario de Estados Unidos, William Rogers. Ambos, presionaron al presidente estadounidense para que reaccionara rápidamente.
¿Hipocresía o diplomacia?
Esta telenovela, cada vez se pone mejor, debido a las sospechas de Kissinger, Estados Unidos estuvo a punto de intervenir militarmente. El director de la CIA, Richard Helms, elaboró un informe de la situación al CNS, (parte del archivo con documentos desclasificados) en donde detalló los fallidos intentos por impedir tanto que Allende tomara protesta en 1970, como la postura del Jefe del Ejército, el general René Schneider, quien se pronunció por ‘bloquear una intervención militar.
Durante una reunión con su círculo más cercano, Nixon sentenció: “Los nuevos políticos latinoamericanos son de una nueva camada. Usan el antiamericanismo para llegar al poder, debemos parecer correctos en la superficie con Allende, pero por lo demás seremos duros”.
“Si hay una forma de desbancar a Allende, mejor hazlo. Estados Unidos debería hacer todo lo posible por dañarlo y derrocarlo”, advirtió Nixon a los secretarios de Defensa Melvin Laird y de Estado, Rogers, además del líder de la CIA, cuyos manuscritos se encuentran en el extenso archivo desclasificado. El siguiente paso fue que Kissinger se reuniera con Pinochet en Chile para planear la estocada final. El resto, forma ya parte de la historia.
Los documentos reflejan el poder que tenía el presidente Richard Nixon antes de dimitir a su cargo en 1974, lo que seguramente alimentará las múltiples teorías de conspiración en el caso John F. Kennedy. Aunque, por otra parte, tenemos que reconocer que la administración de Donald Trump es la que más documentos desclasificados atesora, considerados como ‘de seguridad nacional’ y hoy entendemos por qué.