Lo que necesitas saber:
Aunque es el gobierno la entidad garante de la inclusión a la población con discapacidad visual, también lo son las otras instituciones del Estado.
Aunque es el gobierno de México la entidad garante de la inclusión a la población con discapacidad visual, también lo son las otras instituciones del Estado como la familia, la escuela, los centros de convivencia o los espacios laborales; sin embargo, la realidad es otra y nadie quiere verlo.
La discapacidad visual y de cómo el Estado se niega verla en México
“Yo el jueves tengo una reunión, justamente de acompañamiento, para ayudarle a encontrar trabajo a un muchacho ciego… no sé si pudiera ser otro día la entrevista”, exclamó por nota de voz en WhatsApp el artista plástico Pedro Miranda Gijón al aceptar una conversación para Sopitas.com.
Y es que el activista ha experimentado las dificultades que padecen las personas con alguna condición física diversa, particularmente la angustia de la ausencia de recursos económicos para su manutención y su tratamiento médico, en un país donde autoridades y sociedad civil se resisten a reconocer y proveer espacios inclusivos; y por ello dedica sus esfuerzos para lograr que otros y otras logren una existencia de armonía.
“En un estado como Oaxaca, encontrar un trabajo y sobre todo un trabajo digno es prácticamente un milagro, algo imposible”.
En México, alrededor de 2 millones 719 mil personas experimentan algún tipo de discapacidad visual, ya sea la pérdida total de la vista en uno o ambos ojos, debilidad visual y quienes aun usando lentes no pueden ver bien; según lo informa el Instituto Nacional de Estadística y Geografía, INEGI.
Por su parte, la Sociedad Mexicana de Oftalmología refirió que nuestro país se ubica entre los 20 países con mayor número de personas afectadas por la discapacidad visual y ceguera.
El autoempleo es prácticamente la única forma de conseguir recursos económicos para sostener a sus familias.
Además, la ocupación laboral también ofrece a las personas con discapacidad visual el desarrollo de emociones como sentir que pueden hacer algo por la sociedad, de tener alguna responsabilidad, utilidad, remuneración y el sentimiento de pertenencia, dijo el también miembro del Consejo del Derecho para las Personas con Discapacidad del Estado de Oaxaca.
“Aquí no estamos hablando sólo de dinero, hablamos también de orgullo, confianza; cosas que son más importantes y que las autoridades les han arrebatado”, explicó el defensor de derechos humanos a propósito del despido de trabajadores con discapacidad ocurrido el pasado diciembre del 2024 en el gobierno de Oaxaca.
Miranda Gijón, originario del Istmo de Tehuantepec, recorre las calles de la capital oaxaqueña para convivir con taxistas, con gente del mercado, con los pasajeros del transporte público.
Pero también da clases de fotografía, tejido o escultura para ciegos. Ofrece conferencias en museos, bibliotecas o universidades.
Siempre buscando sensibilizar a la población sobre lo que
significa ser diferente.
“Exponer ya no me interesa, prefiero apoyar a otras personas en lugar de salir en el periódico. Alimento mi ego de otra forma, compartiendo con otros amigos”.
Por lo anterior, Pedro Miranda asiste a diversos colectivos como el denominado Creando Juntos, conformado por madres con discapacidad o con hijos con la misma condición, pues muchas de ellas son mujeres indígenas y madres solteras, por lo que su condición de precarización de vida llega a agudizarse.
“Preferimos salir a la calle”
José Agustín le pidió a su profesor de matemáticas que le explicara de mejor manera las operaciones que solía exponer en el pizarrón para el resto de sus compañeros, ya que por su condición de ceguera no podía asimilar la información de la misma manera.
Sin embargo, la respuesta del maestro fue que no se preocupara, que él ya tenía una calificación aprobatoria y que no era necesario que obtuviera el conocimiento.
Hoy, siendo presidente de la Asociación Nacional de Masoterapeutas Ciegos y Débiles Visuales; José Agustín recuerda esa anécdota como injusta, porque él tenía el deseo genuino de aprender.
Pero su contexto no se lo permitía; razón por la cual fundó esta agrupación desde 1981 para contribuir a la creación de espacios de capacitación para personas ciegas.
“Escogí estudiar masoterapia porque se adaptaba a mis necesidades y me permitía un trabajo digno y remunerado”.
A más de 40 años de haber implementado esta iniciativa ha ayudado a más personas que como él les fue negada una oportunidad laboral y hoy son 31 especialistas que colaboran para cubrir la demanda de servicios de masajes.
El activista reconoció que, pese a que México junto con 189 países miembros de la Organización de las Naciones Unidas en 2008 firmaron la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad que, entre otras cosas, obliga a empresas y gobiernos la contratación del 5% de personas con discapacidad en su planta laboral, lo cierto es que eso no ocurre en nuestro país.
Por lo que respecta al gobierno, en estos espacios no se otorgan plazas por una supuesta falta de presupuesto, pero en realidad es por una carencia de compromiso para hacer cumplir la Convención, dijo.
Existe mucha desinformación sobre las personas ciegas y se asume que contratarlos pudiera ser un riesgo.
Sin embargo, para el especialista esta percepción está injustificada pues “nosotros luchamos por rehabilitarnos y ser independientes, las limitaciones se pueden vencer”.
Hoy en día, reconoció que la inclusión escolar ha tenido mejoras gracias a los avances tecnológicos, sin embargo, aún hace falta una capacitación general de la planta docente para atender a los y las alumnas ciegas.
Movilidad, familia y nuevas tecnologías
Jose Agustín ha experimentado la transición tecnológica que ha permitido mejoras en la calidad de vida de personas con discapacidad visual, pues los teléfonos inteligentes con sistema de voz leen texto o describen imágenes, al mismo tiempo que obedecen a instrucciones con mensajes de voz.
Y aunque a las generaciones análogas les ha costado cierta dificultad para adaptarse, lo cierto es que son herramientas que pueden ir mejorando para la inclusión de ellos y ellas.
El 4 de enero se conmemora el Día Mundial del Braille, ¿puede desaparecer este sistema de escritura y lectura para personas con discapacidad visual debido al avance tecnológico?
“Aunque muchos compañeros creen que ya es obsoleto, no creo que eso ocurra, va a convivir con la tecnología, así como ocurre con la escritura, de hecho, ya hay impresoras que imprimen en lenguaje Brille”.
La movilidad de las personas con discapacidad visual en la calle es compleja pero no imposible, y pese a que en su camino pueda haber una moto o un auto estacionado sobre la banqueta, un puesto de ambulante; eligen realizar una vida común.
“O enfrentarnos a las inclemencias o nos quedamos como muebles arrumbados en casa; y preferimos salir a la calle”.
El contexto familiar es fundamental para una persona ciega, incluso ésta debe pasar también por un proceso de rehabilitación, pues se llega a considerar, erróneamente, que son una “carga”.
José Agustín ha sido testigo de cómo personas que pierden la vista suelen ser abandonados en los hospitales. “Se batalla muchísimo, no hay conciencia de empatía”.
“La gente nos cataloga que somos agresivos, yo perdí la vista a los 5 años, es muy difícil, hasta los 20 años tardé en resignarme”.
“Los perros de asistencia no son mascotas”
“Es que no podemos tener ciertas mascotas dentro del establecimiento”, explicó el mesero del restaurante Chilis México, de la ciudad de Xalapa, Veracruz; a un cliente con ceguera y que se hacía acompañar de un perro guía para consumir alimentos.
La misma semana, a Sari le prohibieron la entrada con Odín, su perro de asistencia; en el Hotel Safi de la ciudad de Monterrey, Nuevo León.
Después de hacerla esperar más de 30 minutos, y a regañadientes, le permitieron la entrada con la sentencia de que sería por única y última vez.
Ambos sucesos se hicieron virales, causaron la esperada indignación y lo peor: ilustran la realidad de marginación que experimentan prácticamente todas las personas que se hacen acompañar de un canino guía, aseveró para Sopitas.com Silvia Lozada Badillo, fundadora y presidente del Patronato de la Escuela para Entrenamiento de Perros Guía para Ciegos, IAP.
La directora del primer centro especializado en México comentó que los sucesos virales son el reflejo de una sociedad poco empática.
Y de la falta de acciones de sensibilización por parte de las empresas para capacitar a sus empleados que desconocen “el antes y el después” que puede experimentar un individuo ciego cuando es asistido por un sabueso entrenado para dicho fin.
“Una persona que se desplaza con el bastón y lo cambia por un perro guía transforma su vida ¡al mil por ciento!”.
Silvia recordó que cuando obtuvo su primer canino hace 36 años logró concluir la preparatoria y se tituló en la universidad debido a la seguridad, motivación e independencia que representa el apoyo de un perro guía: la libertad es extraordinaria.
“No son mascotas, no son perros de compañía. Son perros de asistencia”.
“Existe poca información y muchos estigmas en torno a este tipo de animalitos”, destacó la activista, quien, debido a haber experimentado un cambio significativo en su vida, así como al darse cuenta de la necesidad de ayudar a más personas en México para que como ella, puedan salir adelante; decidió crear la Escuela hace 36 años.
De hecho, acceder a un perro guía no es tan común como pudiera suponerse, debido a que no están a la venta y requieren un entrenamiento de por lo menos 2 años en centros especializados.
Por lo que por el costo de inversión para lograr un binomio de persona ciega con un lomito no es accesible aún para todos, todas y todes.
“Actualmente tenemos una lista de espera de 50 personas”.
Las razas Labrador y Golden son aquellas razas que seleccionan incluso antes de que nazcan, pues escogen a padres sociales, equilibrados e inteligentes.
Cuando crecen a cachorros les proveen de estimulación temprana y les adiestran para estar en diversos entornos con gente, ruido o tráfico.
Tienen horario de juego y comida también. Para ellos portar el arnés es su “uniforme de trabajo” y cuentan con una credencial que les acredita como tal.
El objetivo de un perro de asistencia es que el o la usuaria lleve una vida independiente para acudir a establecimientos, abordar transporte público o cualquier otra actividad que requiera movilidad por la ciudad.
“Tenemos un usuario que vive en la Merced y el perrito va concentrado en esquivar los puestos para atravesar el tianguis”.
Es importante insistir en que no son perros con entrenamiento para fungir como una mascota, de ahí a que se deben abstener las personas de acercarse a acariciarlos o darles algún tipo de alimento.
La ignorancia propicia que las personas piensen que este tipo de animales pueden atacar, ser inquietos o hacer sus necesidades en cualquier parte; lo cual es un mito pues están capacitados para no hacerlo; así como también los y las usuarias para evitar que eso ocurra.
La experta reconoció que pese al andamiaje legal para que el Estado mexicano provea una movilidad digna, lo cierto es que no se cumple y las autoridades son omisas, pues en los casos de discriminación virales del Chilis o del Hotel Safi debió haber actuado tanto la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO); así como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación.
Un perro guía, al ser parte del proceso de rehabilitación de una persona ciega, debería ser facilitado por el estado de manera gratuita a todas las personas con discapacidad visual, de la misma manera en que se surte algún tipo de medicamento o servicio médico en la asistencia pública.
Actualmente, desde la Escuela no sólo realizan actividades de autofinanciamiento con la implementación de una clínica veterinaria abierta a todo público, visitas guiadas o talleres de sensibilización.
Sino también trabajan en una iniciativa de ley para usuarios de perros de asistencia a nivel nacional pues en el resto de los estados de la república la sospecha de altas violaciones a sus derechos es muy alta.