Los casos son más que conocidos: Javier Duarte, Andrés Ranier, Humberto Moreira, Roberto Borge, la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, las maniobras de Emilio Lozoya con Obredecth y un laaaaaaaaaaaaaaargo etcétera.
Y en un día en donde el Senado de la República está por aprobar la Ley de Seguridad Interior ignorando por completo todas las sugerencias y observaciones hechas por organismos nacionales, independientes e internacionales, (entre ellos la propia ONU), los diputados del PRI volvieron a mostrarnos de qué están hechos, al aprobar una reforma al Código Civil Federal para lograr que se considere como delito, “la comunicación a través de cualquier medio, de un hecho cierto o falso que pueda causar deshonra, descrédito, perjuicio o exponer al desprecio de alguien.”
Y lo que algunos pudieran defender como una regulación en contra de la difamación, se convierte en un verdadero acto de CENSURA, pues al no diferenciar entre hechos ciertos o falsos, lo que esta reforma busca, es básicamente impedir que se reporte sobre los escándalos de corrupción que sus propios militantes han protagonizado en los últimos años.
Y es que bajo la óptica del Partido Revolucionario Institucional, el hecho de “comunicar un hecho cierto que cause deshonra, descrédito, perjuicio o exponga al desprecio” es un delito, por lo que básicamente hacer periodismo, sería ilicito.
Que tu mamá te comparta una noticia que involucre a alguno de los personajes arriba mencionados por Whatsapp, sería un delito.
Que publiques en tu cuenta de Facebook tu sentir sobre ellos, sería un delito.
Y es que al parecer, para el PRI cualquier cosa podría ser un delito, menos la corrupción de sus funcionarios. Pero al menos, dicen que #LoHacemosPorTi
¿#LoHacemosPorTi ? Por mi no hicieron nada, hijos de su pinche madre ✊🏼 https://t.co/8UINz1Wqsg
— Coco García T. 🎀 (@coco_garciia) December 15, 2017