A dos meses del sismo del pasado 19 de septiembre, aún existen miles de personas que se quedaron sin nada, sobreviven en la calle, duermen en colchonetas a la intemperie y tienen que casi rogarle al gobierno para que les brinden algún tipo de ayuda.
Por supuesto que esas cosas sólo las sufren los ciudadanos comunes y corrientes pues, los diputados, esa bonita clase política que siempre logra sorprendernos de alguna manera con lo que hace, tienen oficinas nuevas con aire acondicionado, pisos de madera, internet, archiveros y hasta espacio para sus secretarias.
Después de que el edificio H de San Lázaro fuera declarado inhabitable después del terremoto, los diputados “se mudaron” a 34 campers, 23 de ellos con pisos y paredes de madera. Y aún faltan otros 30 por llegar. Si eso no fuera todo, se pagan 28 mil pesos de renta mensual por cada uno, además de los 10 mil que costó transladarlos según información de Reforma.
Por si aún tienen ganas de enojarse, los remolques sólo son usados dos veces a la semana y según los cálculos del equipo de Reforma, con lo que se paga en total de la renta de estas oficinas portátiles, se podrían reconstruir completamente 149 casas en Oaxaca, de acuerdo al apoyo de 120 mil pesos que entrega Gobierno Federal, o se podrían dar 5 mil 973 ayudas de 3 mil pesos para poder pagar una renta, que es la ayuda que se brindó en la CDMX. Quisieramos decirles que nos sorprenden este tipo de cosas, pero de la clase política de este país nosotros ya esperamos cosas peores, como ésta.