Este jueves, 8 de noviembre, hubo fuga en los congresistas de Morena, pero no crean que se bajaron del barco de la Cuarta Transformación ahorita que está a punto de arrancar. Un senador y un diputado pidieron licencia indefinida a sus puestos en la actual legislatura porque se van a chambear en el próximo gobierno federal.
Eso sí, sorpresas no fueron. Estas licencias definitivas estaban más cantadas que la rola de Denisse de Kalafe en 10 de mayo.
Primero, Alfonso Durazo Montaño, pidió su salida de la cámara alta mexicana —por tiempo indefinido— para incorporarse de lleno como próximo titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Esa secretaría todavía no está instalada, pero Durazo va tendido a ponerla en marcha.
🔴 Se aprueba conceder licencia al senador @AlfonsoDurazo para separarse de sus funciones legislativas.
— Senado de México (@senadomexicano) 8 de noviembre de 2018
Su suplente, Arturo Bours Griffith, primo de un exgobernador panista, ya tomó posesión del asiento que ocupaba Durazo.
El segundo que se bajó del barco legislativo es el diputado de Morena, Zoé Robledo.
Hoy presento mi licencia como diputado, para incorporarme al equipo de la Ministra y futura secretaria de Gobernación @M_OlgaSCordero a partir del 1 de diciembre. ¡Estamos a 23 días del inicio oficial de la 4T y estamos concentrados! https://t.co/WabL3iyzt6
— Zoé Robledo (@zoerobledo) 8 de noviembre de 2018
Robledo, nacido en Chiapas, es hijo de un ex gobernador del estado y ahora agarrará vuelo trabajando en el equipo de Olga Sánchez Cordero. No debe ser sencillo abandonar tu puesto como diputado federal pero si te ofrecen la subsecretaría de Gobierno en la Secretaría de Gobernación, si lo andas meditando.
En la carta enviada por Robledo a la Cámara de Diputados les pide que convoquen “al suplente para que rinda la protesta constitucional correspondiente”.
¿Qué pasa con el sueldo de los diputados? Pues por lo pronto, nada de que lo bajan… https://t.co/wCij7sHA5W
— Sopitas (@sopitas) 11 de septiembre de 2018
El actual Congreso de la Unión —diputados y senadores— arrancó esta legislatura en septiembre y estos dos congresistas pasaron poco más de dos meses aclimatándose al curul. Ni calientito se los dejaron.