Aseguradoras avisan: Si tomas dióxido de cloro no cubrirán complicaciones por COVID-19

Desde que inició la pandemia a nivel mundial y con la urgencia de encontrar una vacuna o un medicamento que curara el COVID-19 surgió la tendencia de tomar dióxido de cloro para prevenir e incluso hasta curar esta infección. Sin embargo, al momento han surgido más estudios que demuestran lo peligroso que puede ser tomar esta sustancia y no hay evidencia científica suficientemente robusta que demuestra que funciona contra el virus SARS-CoV-2.

Es por eso que ahora las aseguradoras en México se están sumando al rechazo de la sustancia.

Recientemente las personas que tienen contratado un seguro de gastos médicos mayores recibieron una notificación en la que se les avisa que el dióxido de cloro queda excluido de la cobertura para pacientes diagnosticados con COVID-19. 

¿Qué significa?

Varias instituciones de seguros enviaron a sus clientes un aviso de que el dióxido de cloro no forma parte de la cobertura de su seguro en caso de tener COVID-19. Esto aplica si:

• Ya que el dióxido no está considerado como un medicamento, las pólizas de seguro no cubren su compra. Solo aplican los medicamentos que cuenten con permiso vigente por la Cofepris y demás autoridades sanitarias.
• Si existen complicaciones o consecuencias generadas por el consumo de dióxido de cloro, tampoco serán cubiertas.

Nos dimos a la tarea de buscar a personas aseguradas a las que les llegó este aviso y acá les dejamos algunas instituciones que incluyeron esto en sus políticas:

No debemos tomar dióxido de cloro

“El dióxido de cloro es un gas de color amarillo o amarillo-rojizo utilizado como blanqueador en la fabricación de papel y en el proceso de tratamiento de agua. Al entrar en contacto con el agua reacciona para formar iones clorito. Ambas sustancias químicas son altamente reactivas”, explicó la Cofepris en un comunicado.

El uso de dióxido de cloro no es nada recomendable, ya que puede provocar irritación de la boca, el esófago y estómago además de náuseas, vómito, diarrea y trastornos cardiovasculares y renales.