La presidente del gigante sudamericano lloró en la entrega del informe final de la Comisión Nacional de la Verdad, entregado la mañana del día de hoy, en el que se habla sobre los responsables y los abusos cometidos durante las dictaduras que aquejaron a ese país el siglo pasado. Recordemos que Rousseff fue una activista que sufrió torturas y persecución por la dictadura militar.
Rousseff negó que el conocimiento de la verdad sobre los hechos signifique venganza o un ajuste de cuentas. La Comisión investigó violaciones a los derechos humanos cometidas por los agentes del Estado entre 1946 y 1988, aunque el informe solo abarca la dictadura militar de 1964 a 1985.
En su discurso, a la presidente la ganó el sentimiento y tuvo que interrumpirlo:
La presidente expresó:
«La verdad no significa venganza. La verdad no debe ser motivo de odio o de un ajuste de cuentas. La verdad nos libera a todos nosotros de lo que se quedó por decir, por explicar o por saber. La verdad libera de aquello que permanece oculto, de los lugares que ignoramos, en donde fueron depositados los cuerpos de muchas personas. Pero ahora (la verdad) hace que todo pueda ser dicho, explicado y sabido. La verdad produce conciencia, aprendizaje, conocimiento. La verdad significa por encima de todo una oportunidad de producir un encuentro con nosotros mismo, con nuestra historia, y con nuestro pueblo, con su historia».
Dilma Rousseff hizo referencia también a la Ley de Amnistía de 1979 que liberó a los agentes de la dictadura de su castigo.
«Valoramos los pactos políticos que nos han llevado a la democracia»
En el 2010 el Supremo Tribunal Federal brasileño decidió mantener la vigencia de la esa ley. Ellos declararon que no se puede castigar a los militares y activistas por los crímenes cometidos durante la dictadura. Por otro lado, Rousseff dijo que analizará las recomendaciones de la Comisión para «llevarlas hasta sus últimas consecuencias».
En su discurso también rindió homenaje a los muertos y desaparecidos, además, agradeció tanto a sus familias como a los sobrevivientes.
La presidente espera que la difusión del informe contribuya a que las violaciones de los derechos humanos que se hicieron en el pasado no se repitan.
«Nosotros , que confiamos en la verdad, esperamos que ese informe contribuya a que los fantasmas del pasado doloroso y triste no se puedan resguardar entre las sombras del silencio y de la omisión»
