¿En México resulta más barato perder un diente que acudir al dentista? La falta de una cultura de la prevención, la pobreza extrema, los costos de la atención médica privada y la poca inversión del Estado en esta materia son algunas de las condiciones que podrían imposibilitar una salud bucal digna en nuestro país.

“Mi boca no es funcional: ni estéticamente, ni para comer… perdí la gran mayoría de mis piezas, tengo sólo 4 en la parte de arriba y 5 en la de abajo…” explicó Martha Rodríguez Cárdenas, de 55 años, ama de casa, vive con su hija y su esposo, este último dedicado a la mecánica automotriz.

Martha estimó que el deterioro de su salud bucal comenzó desde la adolescencia pues recordó que en aquella época lo más práctico —y económico— era acudir al médico para quitar el diente que presentara dolor, debido a que no siempre había los recursos para adquirir algún tratamiento que evitara la remoción de la pieza o la muela.

La desidia, el miedo al dolor que implicaría la visita al dentista, interrumpir tratamientos por no poder pagarlos debido al ingreso inestable familiar; así como la desconfianza hacia los profesionales de la salud bucal debido a malas experiencias del pasado también son algunas de las razones por las cuales Rodríguez Cárdenas reconoce no tener una dentadura completa.

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Foto: Cuartoscuro

Martha relató que en alguna ocasión un dentista le colocó coronas de mala calidad, pues estas se caían constantemente, pero al intentar denunciar ante la autoridad los malos resultados del médico, tuvo que desistir de hacerlo pues el doctor no le emitió comprobante de los pagos que había realizado; incluso ella afirma que esta es una práctica común entre especialistas de la salud bucal.

La posibilidad de buscar ayuda en los servicios de salud pública no es una opción para ella, pues consideró que de pronto la atención médica que ofrece el gobierno no funciona, es de mala calidad y en condiciones insalubres.

Consciente de que la falta de dientes no sólo le ha comenzado a afectar su autoestima, también ha percatado trastornos en su proceso digestivo; por ello, Martha ha comenzado de nueva cuenta un tratamiento de rehabilitación por el que tendrá que pagar 30 mil pesos.

Precariedad vs. Salud Bucal Digna

Según el Índice de la Salud Bucal publicado por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Patologías Bucales de la Organización Mundial de la Salud, México tiene una calificación de 5.3 en una escala de 0 a 10 (donde 10 significa “el mayor rezago” y 0 corresponde a una salud bucal colectiva total).

A lo anterior, la doctora en política pública Teresa González Anaya refirió que la salud bucal de las y los mexicanos es precaria —particularmente de los adultos mayores—, debido a la combinación de variables tales como: la falta de una cultura de la prevención —tanto de la población como de las autoridades—, la pobreza extrema, los costos de la atención médica privada, así como de la poca inversión que el Estado realiza en esta materia.

“Existen tratamientos, como el caso de los implantes dentales, que por su costo no son accesibles incluso para una persona de clase media… (por lo que respecta a) los 50 millones de pobres, y sino se revisa el actual sistema de salud dental, las mejores armas que tienen es la prevención porque de lo contrario su opción más viable sería perder una pieza”, dijo la experta.

Foto: Cuartoscuro

González Anaya explicó que una salud bucal digna significa una dentadura y encías funcionales para realizar las actividades cotidianas como sonreír, comer o hablar; misma que se sostiene con un cuidado preventivo y prolongado; pero también con el fácil acceso a personal calificado y que éste a su vez cuente con las herramientas necesarias para atender las necesidades de la población.

“Cuando no se tiene un sistema de masticación completo o sano, se puede comprometer el desarrollo de una persona porque de éste depende el proceso de alimentación, además, el desequilibrio en nuestra boca puede generar otro tipo de padecimientos graves que podrían comprometer incluso la vida”, explicó la investigadora.

La también analista en temas de Gobierno y Salud reconoció que el acceso a una salud bucal digna no sólo debe ser visto como un Derecho Humano, sino también como una obligación que el Estado debe acatar porque así lo dicta la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

A partir del 2030 México entrará en una fase de envejecimiento poblacional, es decir, un cuarto de la población será adulto mayor y tendrá mayor peso en la pirámide de necesidades, siendo la salud bucal aquella que requerirá una mayor atención —incluso desde ahora— para ofrecerle a esa generación una dentadura funcional, dijo la doctora.

Por lo anterior, la experta considero muy alta la posibilidad de que el estado mexicano no estará preparado para garantizar la Salud Bucal Digna de este sector de la población de entonces, de ahí la importancia de tomar desde ahora conciencia colectiva, así como de la implementación de iniciativas de política pública —por ejemplo, el incremento al gasto de gobierno— para contener este escenario de posible crisis

Mexicanos acuden al dentista 1 vez cada 10 años

Mientras que la población de Países Bajos visita al dentista 3 veces al año en promedio, en México las personas acuden con el profesional de la salud bucal una vez cada 10 años según lo reportó en 2019 la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) a través de la plataforma de datos y metadatos OECD.Stat.

Fuente: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) // Apoyo en la interpretación de los datos: Dra. Teresa González Anaya.

Para la experta Teresa González Anaya una de las razones para que en México haya una salud bucal precaria tiene que ver con la visita al médico de forma tan esporádica y esto se explica por la falta de una cultura de la prevención (tanto de la población y del gobierno).

También consideró que una mala higiene bucal, así como la dieta nacional pueden ser otros factores que podrían ser responsabilidad de la población para este escenario de crisis dentaria colectiva: “Desafortunadamente la alimentación de los mexicanos es muy alta en carbohidratos y en azúcar, el mayor enemigo de la salud bucal son los altos contenidos de azúcar en la comida porque daña el esmalte de los dientes y propicia la aparición de caries con mayor facilidad”, explico la académica.

Por otra parte, datos de OCDE señalan que el gasto de bolsillo en servicios dentales por cada habitante —en promedio y al año— en México es de 39.83 dólares, en contraste con países que ocupan el primer y segundo lugar de esta estimación como Suiza que corresponde a 390.87 dólares, así como Canadá que se estima en 335.34 dólares.

El fenómeno de invertir poco en la salud bucal por parte de los y las mexicanas corresponde probablemente al poder adquisitivo de los connacionales, pues por un lado puede resultar complicado para un sector de la población invertir en una consulta privada desde la primera vez —especialmente los más pobres—, pero también se presume que otro tanto de la gente acude a la consulta cuando el problema de salud bucal requiere un tratamiento mucho más costoso, de ahí que se prefiera mejor desistir de la inversión, explicó la doctora González Anaya.

Fuente: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) // Apoyo en la interpretación de los datos: Dra. Teresa González Anaya.

Con relación a lo anterior, la especialista en políticas públicas comentó lo irónico que resulta el hecho de que México sea el segundo destino turístico de la salud bucal en el mundo, después de Tailandia; para población de otros países con mayor poder adquisitivo que el nuestro.

Las fallas desde el aparato de gobierno

Se estima que en México un solo dentista puede atender en promedio al año a 7 mil 692 personas, en contraste, otros países que también forman parte de la OCDE —y que encabezan la lista de mejor distribución de especialistas por habitante— está Estonia donde una sola persona atiende a mil veinte pacientes o Lituania que mil 52 personas son atendidas por un solo profesional de la salud bucal.

Para González Anaya el gobierno mexicano debería ampliar la red de profesionales de la salud bucal, así como de dotarles de las herramientas y materiales necesarios para atender la alta demanda, especialmente en comunidades alejadas de las concentraciones urbanas donde no existe este tipo de servicio.

Fuente: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) // Apoyo en la interpretación de los datos: Dra. Teresa González Anaya.

En otro contexto, la OCDE reconoció que el gasto en servicios dentales por parte del gobierno en México es en promedio de 2.3 dólares al año por persona, mientras que países como Alemania y Estados Unidos van de los 291.7 y 249.4 dólares respectivamente.

Por lo anterior, la experta consideró que una inversión pública tan pequeña en esta materia podría no incluir los recursos suficientes para atender no sólo las urgencias médicas, sino también la creación de una estrategia de planeación —que incluya campañas de prevención— para la atención de la salud bucal de los y las mexicanas, particularmente a largo plazo.

Fuente: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) // Apoyo en la interpretación de los datos: Dra. Teresa González Anaya.

Oferta abusiva y poca vigilancia

8 de cada diez mexicanos y mexicanas está en posibilidad de perder una o más dientes debido a que están expuestos a alguno de los tres factores de riesgo de caída más comunes en nuestro país tales como: la caries, los trastornos de las encías —o enfermedad periodontal— o
traumatismos por accidentes, así lo reconoció el odontólogo Oscar Mejía Arias.

En este contexto y debido a la demanda que pueda haber, el también maestro en Ciencias Socio-Médicas reconoció la existencia de una oferta abusiva de especialistas privados para atender la salud bucal de la población que busca —ante una desprotección del Estado— resolver alguna urgencia; y aunque no se puede hablar de que sea una generalidad, se podría reconocer la existencia de casos arbitrarios en contra de los pacientes.

Al respecto, el investigador en Políticas de Salud comentó que se tendrían que mejorar los mecanismos de vigilancia por parte de las autoridades tanto locales, como federal; para la práctica privada, pues estas unidades de atención tal vez podrían estar rebasados: “generalmente son áreas muy pequeñas, con muy poco personal, entonces la supervisión es muy escasa”.

Foto: Cuartoscuro

Por otro lado, el doctor detalló que probablemente haya personas que desconozcan la existencia de instituciones del Estado que les ayude a conciliar cualquier tipo de situación que se considere injusta, de ahí que también se haga un llamado a que las autoridades promocionen la cultura de la denuncia como una posibilidad para evitar los abusos.

El experto concluyó que la precarización de la salud bucal en México está invisibilizada, que hace falta evidencia estadística promovida desde la administración pública para con ello obtener nuevo conocimiento del fenómeno y así construir política pública, así como también reconoció que aún no existen suficientes iniciativas de la sociedad civil que puedan presionar públicamente a las autoridades para mejorar este contexto.

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Periodista independiente que busca incidir desde el oficio, aunque sea con poco, para un mejor país, un mejor planeta. Lo merecemos como especie. Ha colaborado para diversos medios de comunicación...

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