El periodista Diego Enrique Osorno, autor de los libros Oaxaca sitiada y La Guerra de los Zetas, supo que sería víctima de agresiones el pasado 14 de junio, mismo día en que publicó una investigación sobre una red de negocios del exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruíz, en el portal Aristegui Noticias.
Osorno tuvo conocimiento del posible ataque en su contra a través de un tercero, un porro de la universidad del estado, quien le informó que habían contratado a otro golpeador para hacerle daño.
El reportaje de Osorno, que hizo en conjunto con el reportero Irving Huerta, denuncia los nexos entre el antiguo gobernador de Oaxaca con Eviel Pérez Magaña, actual subsecretario de Desarrollo Social del Gobierno Federal, y cómo a través de familiares cercanos y utilizando nombres de pobladores en situación de pobreza han introducido al menos 33 millones de pesos a sus cuentas bancarias.
Aunque esta es la primera línea de investigación, Artículo 19 señala que otra motivación del ataque podría ser el hecho que Osorno formó parte de la Comisión de la Verdad de Oaxaca, la cual documentó y realizó un informe sobre los hechos que motivaron las violaciones a los derechos humanos de los oaxaqueños, durante el conflicto magisterial, entre 2006 y 2007.
Sobre la amenaza en su contra, el periodista señaló que se abrió una carpeta de investigación en la Fiscalía Especializada en Investigaciones de Delitos de Trascendencia Social de Oaxaca para que se investigue la amenaza en su contra.
En un país como México, donde las agresiones contra periodistas son cada vez más comunes, esto no debería quedar impune. ¿O cómo ven? ¿Creen que las autoridades de Oaxaca lleguen al fondo del asunto?