Después de semanas de retraso y muchos días de exigencias de respuestas, este martes 7 de septiembre, por fin se presentó el Dictamen Técnico Final —realizado por la empresa noruega DNV— sobre las causas detrás del desplome de la Línea 12 del Metro en mayo de este 2021.
Se trata de un documento de 180 páginas que, si gustan, pueden consultar completo dándole CLICK ACÁ.
“Hemos llegado a una conclusión sobre la probable causa inmediata del colapso del tramo elevado de la Línea 12 del Metro”, confirmó Eckhard Hinrichsen, representante de DNV en una conferencia de prensa.
¿Cuál es la conclusión del reporte sobre el desplome del Metro?
Después del análisis, concluyeron que el colapso de la Línea 12 ocurrió como resultado del pandeo de las vigas.
¿Las razones? Estuvo facilitado por la falta de pernos funcionales y otros detalles estructurales —en las vigas de concreto y vigas de acero— que ocasionaron “grietas de fatiga” que limitaron, todavía más, las capacidades de carga en el tramo elevado.
Específicamente sobre los pernos, que ya habían sido uno de los puntos más señalados en los reportes preliminares, comentaron tres asuntos puntuales. Había pernos faltantes, otros estaban mal colocados y algunos más, tenían soldaduras deficientes.
¿Las vías? No contribuyeron
Como parte del Dictamen Final señalaron que, los conocidos problemas históricos de la vías en la Línea 12 no contribuyeron al desplome de este tramo elevado en el Metro. “Se encontraban en buenas condiciones generales”, resolvió la empresa DNV.
Además, hicieron otros análisis donde encontraron más grietas de fatiga en otras columnas de la estructura.
Al respecto, por cierto, también le pusieron énfasis a la mala calidad de las soldaduras en la Línea 12 del Metro. En el Dictamen Técnico Final señalan que hicieron pruebas de calidad y de desempeño… pero no cumplieron los requerimientos más básicos de los Códigos de Soldadura internacionales.
¿Cuándo comenzó el problema?
Según el Dictamen Técnico Final, el primer momento donde se encontraron las deformaciones en las vigas —gracias a una inspección en video— fue en enero de 2017 y eso deja una conclusión importantísima. Los daños ya existían antes del sismo del 19 de septiembre de ese año.
También detectaron que, en 2019, fue el primer momento en el que se podía percibir los cambios de dirección en las vigas. Igual comentaron grietas, daños y marcas de humedad desde 2015.