Su nombre en japonés significa “niña hermosa” y tras platicar con ella por algunos minutos, me di cuenta que no había mejor significado para una persona como ella.
Se trata de Zunduri, la chica que hace tres meses logró escapar de la tintorería en la que pasó los últimos 5 años de su vida esclavizada, encadenada, sufriendo toda clase de vejaciones.
Todo esto ocurría al interior de la “Planchaduría Express” ubicada en la colonia Lomas de Padierna en la Delegación Tlalpan, a donde Zunduri llegó tras escapar de su casa, al considerar que no tenía la mejor de las relaciones con sus padres. Bajo la promesa de un techo, comida y un salario, Zunduri aceptó trabajar en esta tintorería, sin saber el infierno que viviría durante los siguientes años de su vida.
Es el Día Mundial de la Trata y Zunduri llega a la cabina de “Así Las Cosas” acompañada por Rossy Orozco, Presidenta de la Comisión Unidos Contra la Trata. Es tímida, callada, habla poco, pero cuándo abre la boca lo hace con una contundencia que golpea directo al corazón.
Zunduri era obligada a planchar 20 horas al día en medio de azotes y maltratos. Sus captores la encadenaron para evitar que se escapara y la castigaban sin alimentos, por lo que a veces tenía que comer plástico, tomar agua de la plancha, hacer sus necesidades en bolsas y dormir parada. Según cuenta, recibía 400 azotes diarios, ya fuera con la plancha o con fierros.
“Los doctores me llegaron a contar hasta 600 cicatrices, pero la más difícil de curar es la del alma.”
“Yo estaba muerta en vida. Esto (la Trata de Personas) es como una puerta. Si tienes problemas con tu familia, la puerta se va abriendo, qué pasa si deseas las cosas, la puerta se va abriendo, se va abriendo para que en cualquier momento entre un Tratante y se aproveche de ti”.
La trata de personas es un problema mundial y uno de los delitos más vergonzosos que existen, ya que priva de su dignidad a millones de seres humanos alrededor del planeta. Si bien la forma más conocida de trata de personas es la explotación sexual, cientos de hombres, mujeres y niños, también son víctimas de trata con fines de trabajo forzoso y por desgracia, muchas veces está más cerca de lo que nos imaginamos.
“Desde que yo crucé esa puerta, me di la oportunidad de tener una nueva vida”.
Pero ¿cómo superar una experiencia como la de Zunduri?
“Prácticamente son ganas de vivir. Ella (refiriéndose a su captora) me robó mi alma, mi vida, mi corazón desde que tenía 17 años y mientras ella me tenía yo siempre decía cuando me vaya de aquí quiero vivir todos esos años, conocer lugares, quiero respirar, quiero hacer mil cosas. Esa es la fuerza que a mi me sostiene”.
Tal vez esa sea la máxima lección que nos deja Zunduri; la resiliencia para afrontar la vida:
“Siempre he sido de ‘me propongo algo y lo voy a cumplir’ y nada, nada, nada me hace caerme, nada me hace tirar la toalla y decir ‘no puedo’. No. Si puedo hacer algo por mi, si puedo hacer algo por las demás, si puedo hacer algo por México, porque no es posible que en este Siglo 21 siga habiendo este tipo de maltrato, de esclavitud sexual y laboral. No es posible que lo veamos pero no lo veamos, que nos hagamos los ciegos”.
A tres meses de haber obtenido su libertad, Zunduri ha iniciado una campaña llamada #HojaEnBlanco para combatir la esclavitud y la trata de personas, la cual ha llegado hasta el Papa Francisco
FOTO MUY ESPECIAL El Papa Francisco apoya a sobrevivientes con la campaña #HojaEnBlanco #NoMasEsclavitud @nonservos pic.twitter.com/VqCSuygqE9
— Rosi Orozco (@rosiorozco) July 27, 2015
Zunduri siempre lleva consigo una hoja en blanco, una hoja en blanco que para ella es el significado de una nueva vida.
Lo primero que Zunduri escribió en su hoja en blanco fue “poder acostarse en el pasto y respirar aire libre”.
En Sopitas.com nos sumamos a la lucha contra la trata de Personas. Si conoces algún caso de trata, esclavitud o abuso laboral puedes denunciarlo con el Consejo Ciudadano Unidos contra la Trata, al 01800 5533 000.
Aquí, la charla completa con Zunduri en Así Las Cosas.