Mientras sigue la búsqueda para hallar una vacuna contra el COVID-19, cada país realiza diversas investigaciones sobre los medicamentos que pueden ayudar a los pacientes con coronavirus para enfrentar la enfermedad. En este contexto, el 16 de junio estuvo rolando información acerca de la dexametasona —gracias a un estudio hecho por investigadores de la Universidad de Oxford–.
La dexametasona se convirtió en tendencia en redes, la gente comenzó hablar de ella como un recurso —accesible para todos— para ayudar a los pacientes con coronavirus y hubo quienes pusieron su esperanza en este medicamento, al considerarlo como el primero que puede salvar la vida de los pacientes.
Más allá del ruido mediático, vale la pena revisar qué es la dexametasona, qué encontró el equipo de investigadores de la Universidad de Oxford y qué dicen los expertos: ¿funciona este medicamento en pacientes con coronavirus?, ¿bajo qué condiciones?
¿Qué es la dexametasona?
La dexametasona en un glucocorticoide sintético —que se asemeja a las hormonas esteroides en su funcionamiento— y se usa para tratar inflamaciones o enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, artritis juvenil idiopática, trastornos del tracto respiratorio, problemas de sangre, edema cerebral, tratamiento del mieloma múltiple sintomático, leucemia linfoblástica aguda entre otros.
El fármaco también suele ser administrado en pacientes con cáncer que deben pasar por quimioterapia.
El estudio de los investigadores de la Universidad de Oxford
Los investigadores Peter Horby y Martin Landray, de la Universidad de Oxford, Inglaterra, hallaron que el medicamento dexametasona podría ser útil para el tratamiento de la enfermedad COVID-19. ¿Cómo?
El equipo encontró que la mortalidad en pacientes graves con asistencia mecánica ventilatoria —aquellos que se encuentran en terapia intensiva— disminuyó respecto a quienes no reciben un tratamiento específico. Todo gracias a la aplicación de la dexametasona.
Especialistas de Reino Unido descubren que la dexametasona reduce mortalidad de pacientes COVID-19
Pero antes de echar las campanas al vuelo, debemos saber que se trata de resultados preliminares de la investigación The Recovery Trial, que inició en marzo y sumó a dos mil 104 pacientes que recibieron la dexametasona en dosis de seis miligramos, una vez al día durante 10 días.
El comportamiento del fármaco se comparó con cuatro mil 321 pacientes que no recibieron ningún tratamiento.
¿Los resultados? En los pacientes que necesitan ayuda de ventiladores —respiración artificial— el riesgo de muerte pasó de 40 a 28%. En cuanto a los pacientes que necesitan de oxígeno, el riesgo se redujo de 25 a 20%.
Otro de los dato es que la dexametasona no ha mostrado ningún beneficio para los pacientes con síntomas leves de coronavirus —y que no requieren de apoyo mecánico para su respiración.
Ojo, los resultados preliminares —que no son definitivos— han señalado que la dexametasona sólo puede ayudar en pacientes graves.
Va de nuez: se trata de pacientes con coronavirus que se encuentran en terapia intensiva y reciben la ayuda de un ventilador para poder respirar.
¿Qué se dice en México?
En entrevista para Milenio, la jefa de Áreas Críticas del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), Carmen Margarita Hernández, explicó que si bien se trata de un avance en la investigación, no hay que olvidar que el uso de la dexametasona en pacientes con coronavirus carece de evidencia científica rigurosa.
Es decir, aún no podemos considerar a la dexametasona como un tratamiento eficaz contra infecciones virales y que reduce la mortalidad en pacientes graves con COVID-19.
Además, hay que estar atentos al uso de este tipo de medicamentos con los pacientes con coronavirus. ¿Por qué? Este tipo de fármacos pueden aumentar el riesgo de un paciente para contraer bacterias oportunistas y otro tipo de infecciones.
Así que hay que tener precaución en lo que avanzan las investigaciones, porque a estas alturas todo es prematuro.
¿Conclusión?
Los resultados de la investigación son preliminares y basan la efectividad de la dexametasona en el estudio de pacientes graves con coronavirus.
Su aplicación no es recomendada para los pacientes con coronavirus. Si bien, la idea de la dexametasona como un fármaco que reduce la mortalidad del COVID-19 ha llamado la atención —ya sea por la practicidad o el costo del medicamento— la información que se generó a partir del estudio mencionado debe ser revisada por las autoridades sanitarias internacionales.
Por lo pronto, la recomendación de Carmen Margarita Hernández es NO automedicarse con este tipo de fármacos de venta libre y que son de bajo costo.