Apenas el sábado pasado les contamos sobre la detención del ex futbolista Omar “El Gato” Ortiz, como miembro de una banda de secuestradores, y tres días después venimos a enterarnos de la captura de otro deportista ligado al crimen organizado: el luchador profesional ‘Estrella Dorada’.
Camilo Gurrola o Lázaro Gurrola Gallegos, que fue como se identificó este luchador negó las acusaciones de privación ilegal de la libertad, asociación delictuosa y robo con violencia, cargos por los que fue aprehendido por la Policía Ministerial de Nuevo León.
‘Estrella Dorada’, de 26 años, esta implicado en el secuestro de un empleado en un casino local, en el que colaboraron otros dos sujetos detenidos en mayo del año pasado. Estos últimos, trabajaban de ‘valet parking’ del lugar y eran cómplices del deportista.
El luchador quedó a disposición del Juzgado Tercero Penal para que responda por los cargos que presuntamente cometió en enero del 2011. Por lo pronto, quedó recluido en el penal de Topo Chico.
‘Estrella Dorada’ solía rodearse de compañeros de su misma calaña, pues en el pasado fue pareja en los pancracios de José Alberto Loera Rodríguez, conocido en el argot luchístico como ‘Voltaje Negro’, uno de los 17 procesados por el atentado del 25 de agosto al Casino Royale, en donde murieron 52 personas.
Las películas y programas de mi niñez me enseñaron que los luchadores estaban ahí para protegernos de las momias, los vampiros, los extraterrestres y los maleantes. Las cosas están cambiando, el Santo debe estarse revolcando en su tumba.
El coraje es que en casos como los del “Gato” Ortiz o el de ‘Estrella Dorada’ , se trate de sujetos afortunados que lograron el sueño de miles de personas: dedicarse al deporte de forma profesional, y por malas decisiones en su vida echaron todo a la basura.