A principios de la semana salió a la luz un terrible caso más de personas actuando en nombre de Cristo y la religión.
Las autoridades mexicanas de migración anunciaron que se hizo una redada en una casa donde arrestaron a 14 personas, todos integrantes de un culto conocido como “Defensores de Cristo”.
De estos 14, seis son españoles, dos brasileños, dos venezolanos, dos bolivianos, un argentino y un ecuatoriano, además encontraron a 10 mexicanos, de los cuales la mayoría eran mujeres, en condiciones pobres y sucias.
Este grupo, dirigido por el español Ignacio Gonzalez de Arriba y el venezolano Jose Arenas Losanger Segovia, fue detenido por “reclutar” a mujeres para luego obligarlas a tener relaciones sexuales con González de Arriba, quien aseguraba ser la re encarnación de Cristo.
El Instituto Nacional de Migración presentó una denuncia hace más de un año y finalmente esta semana cayó el grupo, los Defensores de Cristo, que operaba cerca de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
El problema al que ahora se enfrentan las autoridades es que no queda muy claro quienes serán tratados como víctimas y quienes como criminales, pues hay lazos de lealtad que se crearon en el culto. Todavía no se define qué cargos se les pueden imputar a los 14 extranjeros detenidos.
Aunque este culto no registrado parece único, se cree que todavía pueden existir células operando en Argentina y Perú.
Por el momento, los Defensores de Cristo fueron trasladados al D.F. para ser investigados.