Ni con todo el dinero que le metan, ni aun trayendo piezas del extranjero y mucho menos tomándose un año para su reapertura… nada servirá para reparar en su totalidad a un servicio que “nació” deficiente, es el diagnóstico que puede interpretarse con lo dicho por Slobodan Petrovich, director general de la empresa Systra México, en su comparecencia ante la comisión especial de la Cámara de Diputados.
Como dando a conocer del mal que aqueja a cualquier heroína de telenovela mexicana, Petrovich señaló que “el resto de la vida de esta vía necesitará un plan de mantenimiento ajustado. El desgaste ondulatorio es por así decirlo, una enfermedad que aparece y que tiene una primera parte en la cual a base de esmerilados y amolados del riel se puede ir controlando con la propia rueda, pero se necesita actuar muy rápidamente, si no, el propio daño se amplifica y llega un momento en el que no se puede actuar suficientemente, la vía está deteriorada, el riel está deteriorado y ya no hay forma de dar marcha atrás”.
Es decir, quedará más o menos… pero no volverá a ser como antes. Así que lo que resta es darle todo nuestro amor hacer que el tren disminuya “los esfuerzos” que provoca en las vías, labor de la que se encargará la empresa francesa, “particularmente en las curvas que tienen menos de 350 metros de radio, pues el trazo original ya no se puede modificar”, señala Proceso.
Por su parte Alfredo Hernández, secretario de Obras y Servicios del DF, comentó que para supervisar todo el plan de reparaciones de la L12, se conformará un grupo especializado, el cual estará integrado por expertos en supervisión de obra civil, electromecánica, material rodante y vías, esto para que chequen que no la vayan a regar de nuevo todo empate a la perfección. Además confirmó nuevamente la reapertura de la totalidad de la línea para noviembre de 2015, aunque “podría trasladarse hasta 2016”.
Respecto a “de a cómo” será el trancazo para pagar todo este chistecito, señaló que aun no puede determinarse… pero ya merito, sólo se tiene que concluir el proyecto ejecutivo. Pero ya la llevamos de gane: llevan el 90%.