Quizás no de la mejor forma, pero la UNAM se posicionó sobre la manifestación que ocurrió ayer, 24 de octubre, en la explanada de rectoría.
A la UNAM no le gustó la forma agresiva en que encapuchadas manifestaron su descontento por la falta de acciones para castigar a los responsables del abuso sexual de una alumna del CCH Sur. Sobre todo, porque en la manifestación se trató de dañar el mural de David Alfaro Siqueiros que engalana el exterior de la rectoría.
“Las agresiones y los daños ocasionados al patrimonio de la Universidad y, por tanto de la Nación, desvirtúan el fondo de la manifestación. Ejercer la violencia con tanta brutalidad, cuando se dice estar contra la violencia, es un contrasentido”, reprochó la UNAM en un comunicado.
La máxima casa estudios dice no saber por qué la protesta tan elevada de tono. Según, siempre se ha mostrado sensible a las protestas de la comunidad… sobre todo, cuando son protestas pacíficas y en temas tan sensibles como la violencia de género.
“La Rectoría no elude sus responsabilidades y reitera su entera disposición a escuchar y atender las justas demandas de cualquier miembro de la comunidad abierto al diálogo, como única vía para lograr acuerdos”, señala la UNAM en uno de los puntos de su breve comunicado.
Lo ocurrido ayer en la explanada de la rectoría fue el punto alto de una ola de manifestaciones realizadas en los últimos días. Todo a raíz de la denuncia por el abuso en contra de una alumna del CCH Sur ocurrida desde el pasado lunes 17.
“CCH Sur viola y encubre. Exigimos justicia”, son algunas de las proclamas que jóvenes universitarias han elevado en los últimos días. Evidentemente, ante lo que consideran como una desatención por parte de las autoridades de la UNAM.
De acuerdo con el colectivo Feministas Organizadas Independientes del CCH Sur, las autoridades se han limitado a calificar al abuso de la universitaria como un “evento desafortunado”. Pese al acompañamiento, hasta el momento las autoridades de la UNAM no han emitido una acción contundente.
Además de exigir justicia a la joven agredida, los manifestantes piden a las autoridades más seguridad en los planteles. Y más cuando se sabe que el ataque a la alumna ocurrió al interior de las instalaciones de la UNAM: ella sólo salió del salón para ir al sanitario y ahí fue agredida.