La destrucción de la presa de Kajovka se da como parte del intercambio de agresiones entre Rusia y Ucrania, ante la previsión de que el gobierno de Volodimir Zelenski emprenda la esperada contraofensiva en contra de las fuerzas de Vladimir Putin.
De acuerdo con medios internacionales, el gobierno de Ucrania responsabiliza a Rusia de hacer estallar la presa de Kajovka, ubicada en el río Dnipro. Esta acción ha encendido las alarmas en la ciudad ucraniana de Nueva Kajovka, donde se ha decretado estado de emergencia ante la previsión de inundaciones catastróficas.
El alcalde de la ciudad de Jersón, cercana a la presa de Kajovka, señaló que alrededor de 16 000 personas se encuentran en zonas consideradas como “críticas”…
Nada exagerado, tomando en consideración que la presa retiene aproximadamente 18 kilómetros cúbicos y su destrucción enviaría un muro de agua directamente a los asentamientos que hay debajo de ella, incluida la ciudad de Jersón, la cual fue recuperada por las fuerzas ucraniana a finales del 2022.
Según indica The Guardian, debido a este hecho, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski convocó a una reunión de emergencia con su consejo de Seguridad, ya que las inundaciones no es lo único que preocupa de la destrucción de la presa de Kajovka.
Entre los efectos secundarios de la destrucción de la presa hidroeléctrica, hay dos de preocupación: uno, el suministro de agua a Crimea, el cual podría verse seriamente afectado y, otro, la operatividad de la planta hidroeléctrica de Kajovka.
De acuerdo con Aristegui Noticias, la empresa Ukrhidroenergo aseguró que los daños causados a la central hidroeléctrica son “irreparables” y habrían sido causados por “una detonación en la sala de máquinas desde el interior”.
Rusia acusa autosabotaje en destrucción de la presa de Kajovka
Respecto a las acusaciones de Ucrania, en Rusia se inició negando que algo le hubiera pasado a la presa de Kajovka, para luego acusar que su posible destrucción es responsabilidad de las fuerzas ucranianas… un autosabotaje, podría decirse.
La destrucción de la presa de Kajovka se enmarca en la espera de una contraofensiva de parte de Ucrania. Se tiene la previsión de que este ataque del gobierno de Volodimir Zelenski contra Rusia será de magnitudes no vistas con anterioridad.
