La versión de la princesa Merida (de la película Brave) que fue calificada por la creadora del personaje como «Horrible» ya fue quitada del sitio oficial de Disney.
Y es que le habían dado un cambiecito más «glam» a la princesa para poderla incluir en la colección. Pero el cambiecito fue hacer al personaje más delgado, hacer que se viera mayor, y mucho más sexualizada. Tras estas modificaciones más de 200 mil personas firmaron una petición de Change.org pidiendo al estudio que dejaran a la princesa tal y como estaba.
Brenda Chapman (creadora del personaje aunque fue sustituida a la mitad de la producción –no obstante siguió teniendo crédito–) dijo en un entrevista que tuvo con el periódico local, The Marin Independient Journal:
«Es horrible. Merida fue creada para romper el molde […]. Para dar a las jovencitas un modelo mejor, más fuerte, un modelo más asequible; algo de substancia, no sólo una cara bonita que espera por el romance»
Lejos de querer sonar como una feminista trasnochada (hay algunas que no lo están, unas muy buenas, como Judith Butler) parece que estuvo bien el escándalo que produjo las modificaciones. La autora ya había creado a Merida de una manera y estaba en su derecho de protestar.
Ahora, aunque el mundo reclama más protagonistas como Merida, no hay que olvidar que una cosa es el mensaje y otra cosa es el cómo es recibido, no podemos censurar el mundo alrededor nuestro, pero sí podemos exigir que haya una oferta diferente en las cosas que consumimos.
Lo importante es que no podemos tampoco esperar a que cambien los estereotipos de las princesas si seguimos consumiéndolas (y perpetuándolas no sólo en lo que compramos sino en cómo concebimos la belleza femenina). Yo creo que si además de protestar (que está bien) educamos a nuestros hijos e hijas y les explicamos que las mujeres no son ni deben ser así, ya habremos hecho mucho (sobre todo para que no se sientan frustrados tanto de lo que esperan de sí mismas las chicas como de lo que esperan los hombres de las mujeres).
En todo caso, el tener una princesa de Disney que no sea una anormal criatura que abusa de la perfección y sólo busca el amor, me parece un gran avance.