Luego de que una bebé falleciera en el vientre de su madre, el pasado 3 de mayo, debido a la negligencia del personal del Centro Médico Nacional La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), autoridades de esa institución médica, en voz de Efraín Arizmendi Uribe, coordinador de Unidades Médicas de Alta Especialidad, anunció que cuatro directivos serían retirados de su cargo.
En conferencia de prensa, Uribe señaló que el Director Médico, el Coordinador Médico del Turno Nocturno, el Jefe de la División de Obstetricia, y la Jefa del Departamento Clínico de Perinatología fueron despedidos.
De acuerdo con La Jornada, la investigación que derivó en estos despidos se dio por órdenes de Tuffic Miguel Ortega, director del IMSS, quien pidió que se integrara un equipo de médicos independientes para realizar “un análisis exhaustivo del expediente clínico de la paciente“.
Arizmendi Uribe detalló el caso. El 28 de abril se internó a la paciente quien presentaba un embarazo de alto riesgo, con amenaza de parto prematuro. Hasta el primero de mayo se detectó la ruptura de la fuente; a las primeras horas del día siguiente, los médicos responsables optaron por la inducción de un parto vía natural, de acuerdo a los protocolos médicos y a que se contaba con elementos que garantizaban la seguridad del no-nacido. Sin embargo, como el parto natural no avanzaba, a la paciente se le practicaría una cesárea, pero al estar esperándola, detectaron que el feto ya no tenía pulso.
Los familiares de la paciente mencionan que el personal se negó a realizar la cesárea y que fue hasta que notaron que el bebé había muerto cuando insistieron en realizarla.
Asimismo, representantes de la institución médica dijeron mantener comunicación con la familia de la paciente, y que continuarán la labor de investigación hasta esclarecer los hechos.