Argentina vive un momento histórico en la discusión para la despenalización del aborto, después de que en junio pasado la Cámara de Diputados aprobara esta iniciativa -en una complicada sesión- por los derechos de la mujer.

Ahora le toca el turno a los Senadores para concretar una medida que ha sido rechazada por la vicepresidenta de Argentina, Gabriela Michetti y los grupos provida, pero que lleva el impulso de asociaciones civiles y cientos de jóvenes.

En este escenario, desde la Presidencia se ha pedido a los ciudadanos y ciudadanas que sean tolerantes al diálogo -“La importancia de esta votación va mucho más allá del tema específico que se intenta dirimir. Nos plantea como sociedad un escenario pacífico por promover“, fue el llamado del presidente Mauricio Macri, pese a que su vicepresidenta ya expresó su rechazo hacia la despenalización del aborto-.

La tolerancia también va hacia el debate y los resultados del análisis de los senadores que decidirán si Argentina da el siguiente paso en los derechos de las mujeres.

“Siglo 21… que sea Ley”

Uno de los objetivos fundamentales en la despenalización del aborto es asegurar el derecho a la salud pública de las mujeres y refrendar también su derecho a decidir.

Lo que estipula la iniciativa es que las mujeres podrán interrumpir su embarazo hasta la semana 14. El alcance de la ley será de orden público y aplicará en todo el país.

De acuerdo con el Ministro de Salud, Adolfo Rubinstein, en Argentina se practican alrededor de 354 mil abortos al año -41 abortos cada hora- y debido a las complicaciones en las operaciones clandestinas, cerca de 50 mil mujeres han tenido que ser hospitalizadas.

Este dato es una muestra de la urgencia para legislar la libre decisión de las mujeres sobre su cuerpo, en pleno siglo XXI.

Otro factor a considerar es el derrumbe de los tabús sobre de la interrupción voluntaria  de un embarazo. Pero ante el debate, los grupos provida han insistido en que el aborto es una señal del fracaso de una sociedad y han pedido a los legisladores que refuercen las políticas públicas en torno a la educación sexual.

Y aunque la división esté presente desde las Cámaras hasta las calles, es fundamental abordar este tema, después de que la propuesta para legalizar el aborto ha sido rechazada en otras seis ocasiones.

En caso de que el proyecto sea aprobado, deberá ser analizado por la Presidencia y después se tendrá que promulgar. Si el Senado realiza cambios en la propuesta, éste regresará a la Cámara de Diputados.

En el escenario de que el resultado sea un “no”, el proyecto volverá a ser archivado y su discusión en las Cámaras tendrá que ser retomada en 2019.

Toman las calles

La respuesta de las mujeres argentinas a favor de la interrupción voluntaria del aborto ha tenido un fuerte impacto en otros países, sobre todo en América Latina, donde el tema de los derechos de la mujer continúan siendo un reto difícil de cumplir, pues feminicidios, abusos, inequidad y falta de acceso a oportunidades han sesgado a los derechos humanos.

Pero tras conocer el resultado de la votación en la Cámara de Diputados, miles de argentinas celebraron la decisión y salieron a las calles para manifestarse por uno de los principios básicos del ser humano: el derecho a decidir -anteponiéndose a la corriente conservadora-.

LEER: Cámara de Diputados Argentina aprobó la legalización del aborto, va al Senado

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Hola, soy Lucy Sanabria. Desde 2018 redacto y reporteo para Sopitas.com, con especial entusiasmo en temas de derechos humanos y LGBT+. En 2021 fui parte de la generación de la beca de Periodismo Incluyente...

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