La contaminación de los océanos, mares y playas no es un problema ajeno para las mexicanas y los mexicanos —es más, lo tenemos presente en nuestra cotidianidad aunque hay quienes aún resisten en percatarse. ¿Quieren ejemplos? En contexto del Día Mundial de los Océanos y la jornada que se armó en Mazatlán, Sinaloa, para limpiar Playa Gaviotas; los voluntarios se toparon con una triste realidad —escondida desde hace un par de décadas bajo la arena: un montón de bolsas y empaques de plástico de frituras y golosinas de los años 80 y 90 que persistían como desechos en esta playa mexicana.
Así como lo leen: de acuerdo con el grupo de periodismo independiente, con enfoque ambiental, Son Playas, este triste descubrimiento se llevó a cabo el pasado 8 de junio; cuando los voluntarios y las voluntarias que le entraron a la limpieza de Playa Gaviotas, Mazatlán, se toparon con los empaques de Sabritas, Ricolino, entre otros plásticos.
Alerta ambiental
No se trata de nostalgia por lo que sucedía hace 30 años, sino de una alerta ambiental por lo que debemos afrontar. De acuerdo con Son Playas, estos productos salieron al mercado hace casi tres décadas y aunque no se sabe cuánto tiempo estuvieron debajo de la arena de Playa Gaviotas, resulta preocupante que se hallaran justo en esta zona y en ese estado —enteritos, sin degradarse.
Además de las envolturas, los voluntarios e integrantes de la Operadora y Administradora de Playas de Mazatlán encontraron envases de refresco o botellas —sin degradarse. Sin embargo, esto no fue todo, pues a 70 metros de la plemar más alta, se halló un envase de vidrio semienterrado.
¿Luego? Los voluntarios trataron de sustraer este envase peeeeero al escarbar en la arena encontraron más botellas, una tabla de madera y hasta cristales, envolturas de papitas y golosinas. ¿Qué tal?
Estas fueron las “reliquias” que hallaron 150 voluntarios. Según Rogelio Olivas, director de la Operadora, en estas jornadas suelen hallarse vidrios de envase de cerveza, desechos plásticos, colillas de cigarro y bolsas de tiendas comerciales. Es decir, hay una amplia variedad de desechos en las playas.
Finalmente, tras la labor, los voluntarios levantaron seis mil 373 colillas de cigarros, 735 tapas de plástico y 480 kilos de basura.
Sólo para contextualizar y darnos una idea del problemón que enfrentamos: se sabe que el proceso de degradación de los plásticos de un sólo uso puede tomar hasta 500 años —cinco siglos–, cuando su fabricación tomó sólo cinco minutos. Por esta razón, el gobierno mexicano debe entrarle a las políticas ambientales —junto con la sociedad— para contener y evitar la proliferación de estos desechos.
Un primer paso ha sido la prohibición de distintos productos plásticos de un sólo uso en estados como Sonora, Veracruz, Hidalgo, Nuevo León, Oaxaca, Puebla o Ciudad de México —norma que entrará en vigor en 2021. Sin embargo, el camino es largo y requiere de prontitud ante las alertas que la ONU ha emitido sobre la contaminación de los ecosistemas y el cambio climático.
**Foto de portada: sonplayas.com