Ocho fotos originales, la mayoría tomadas tras la muerte del Ché estaban guardadas en la casa de unos españoles hasta el día de hoy que salieron a la luz.
Imanol Arteaga, heredó estas fotos de su tío Luis Cuartero Lapieza, un misionero español que estuvo en Bolivia más de 12 años. Hutten, luchando por que las fotos vieran la luz en el caso de que él no consiguiera mandarlas, dio copias originales a varias personas para que las sacaran si él no lo lograba.
“En la familia siempre se había comentado que el tío tenía unas fotos del Che. Cuando murió, el año pasado su tía se las dio. Eran nueve y estaban en un sobre”.
Varios fotógrafos estuvieron investigando estas fotos hace un año, su valor económico no sería altísimo porque son tan famosas que se pueden encontrar en internet. Ahora, las guarda en una caja de cohibas, precisamente en homenaje al propio Che, al que siempre se le recordará con un puro en la boca.
Marc Hutten, fue el fotoperiodista de la agencia francesa AFP que tomó las famosas imágenes del Che Guevara muerto, después de que fuera ejecutado el 9 de octubre de 1967 en la Higuera (Bolivia), y su cuerpo fuera expuesto al público durante dos días en un municipio cercano, Villagrande.
Las imágenes vieron la luz un par de días después de estos hechos y aparecieron en medios de comunicación de todo el mundo. En total, Hutten “utilizó unos cuatro o cinco carretes”, explica Baradat. Pero la agencia de fotos solo conserva uno de ellos.
