Típico, conoces a una bella indonesaa, te casas con ella y te la llevas a vivir a tu país. Tu matrimonio dura 19 años y de un día para otro, te enteras que tu esposa nació siendo hombre.
Tú… ¿qué harías?
Lo sabemos, esto que acabamos de contarte suena inverosímil y fantasioso, pero para desgracia del pobre esposo, la historia es real.
Resulta que un belga (pobre hombre, en la nacionalidad lleva la penitencia), se casó en 1993 con una guapa indonesa. Para que el matrimonio se llevase a cabo, esta pareja, cuyos nombres son Jan y Mónica, enfrentó varias dificultades jurídicas por parte de las autoridades migratorias de Bélgica.
Tras las vicisitudes, este matrimonio vivió 19 años muy felices. La desgracia para el pobre Jan comenzó hace poco, cuando Mónica se consiguió un trabajo de tiempo completo. Al poco tiempo comenzó a comportase de un modo muy extraño y a vestirse con ropa muy llamativa y provocadora.
Entonces, uno de los hijos del primer matrimonio de Jan le comentó a su padre que había visto a Mónica en un centro nocturno, donde escuchó el rumor de que su madrastra antes había sido hombre.
Este “secreto a voces” también llegó hasta otros conocidos de Jan, quienes le contaron lo sucedido. Aún así, él seguía dudando hasta que encontró unos mensajes de otros hombres en la computadora de su amada.
“Un amigo me dijo que había oído que Mónica se había cambiado el sexo. Yo no lo podía creer. Mi hijo había escuchado rumores similares”, dijo.
Para despejar dudas, encaró a su esposa a la que no le quedó de otra más que aceptar que en ejemplo, hace muchos años se hizo la jarocha. Tan fuerte fue el impacto, que ambos terminaron agarrándose a golpes. Hasta tuvo que llegar la policía para poner las cosas en calma.
“Siento que he sido asaltado. Yo la traje a Bélgica. Eso no fue fácil. Los tribunales belgas tenían serias dudas acerca de la autenticidad de su nacimiento y sus documentos de identidad, pero al final aceparon nuestro matrimonio. Pensé que ella era una mujer atractiva, toda una mujer. Ella no tenía rasgos masculinos “.
¡Zaz!
Ahora Jan tiene 64 años y Mónica 48. El matrimonio había decidido que no tendrían hijos, pues él ya tenía dos de su matrimonio anterior.
“Ella aun no cumplía los treinta en ese momento, por eso le pregunté si quería tener hijos. Me alegró su respuesta negativa, ya que yo tenía 44 años y ya era padre de 2 hijos”, explicó el belga.
Ella por su parte, usaba toallas femeninas fingiendo que menstruaba.
“Incluso durante el sexo, nunca me di cuenta de nada”, dijo.
¿No sentía rasposo o protuberancias raras? Ahora Jan está bajo tratamiento psiquiátrico, y ya inició acciones para anular su matrimonio.
Me sigue costando creer que el belga no se dio cuenta. En fin, pónganse abusados, no les vaya a tocar manejar un vehículo que antes tenía palanca de velocidad.