En 2018, expertos de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) hicieron una serie de alertas sobre el futuro de la humanidad, si no nos poníamos las pilas para frenar la alta emisión de gases de efecto invernadero, ocasionada por, ¿adivinen quién? Sí, nosotros. Y es que nuestras actividades le han dado al traste a los distintos ecosistemas y han provocado —de manera directa o indirecta— desastres en el medio ambiente.
Con esta breve introducción, nos lanzamos a las situaciones que pusieron al medio ambiente y a nosotros en jaque en la década de 2010-2019 —debido en gran parte a nuestra falta de acción, soberbia e intereses económicos.
Fukushima
El 11 de marzo de 2011, un sismo de 9,0 en la escala de Richter y, posteriormente, un tsunami cimbraron las costas de Japón en el Pacífico.
Sin embargo, tras estos fenómenos naturales, la mano del ser humano tenía que incidir en una alerta ambiental, porque tras el tsunami se registraron daños en la Estación de Energía Nuclear de Fukushima Daiichi.
Se generó una alerta para evitar un desastre nuclear como en Chernóbil, miles de personas fueron desalojadas y la empresa Tokyo Electric Power inició con los trabajos de contención para enfriar los reactores de la estación.
¿El resultado? Si bien se evitó un desastre nuclear a la escala de Chernóbil, el Pacífico resintió los estragos: el mar recibió material radioactivo, se registraron niveles altos de radiación en los peces capturados en la zona y ahora se habla de verter el agua radioactiva en el océano.
¿La razón? La empresa argumenta que para 2022 ya no habrá contenedores para almacenar el agua y la solución más próxima es verter los desechos radioactivos en el mar —propuesta que generó críticas en contra del gobierno de Japón.
Derrame de petróleo en la plataforma Deepwater Horizon
En el Golfo de México, el 20 de abril de 2010 se registró una explosión en la plataforma petrolera Deepwater Horizon. Tan sólo dos días después esta plataforma —que trabajaba en la perforación del pozo Macondo— se hundió.
¿El saldo? 11 trabajadores murieron y más de mil 600 kilómetros de costa fueron cubiertos por el petróleo crudo —a nivel internacional se trató del vertido de petróleo más grave en la historia.
Incendios en la Selva del Amazonas
En el verano de 2019, los incendios forestales en la Amazonía pusieron en jaque a los gobiernos de Paraguay, Bolivia y Brasil. En el caso de Brasil, Jair Bolsonaro enfrentó las sanciones de Alemania y Noruega —países que dejaron de inyectar recursos para la protección de la selva debido a que el gobierno brasileño no mostraba avances en esta tarea.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE), en el mes de agosto se perdieron mil 698 kilómetros cuadrados de vegetación en la Amazonia de Brasil —222% más que en el mismo periodo de 2018.
Además, se triplicaron los incendios forestales en la Amazonía boliviana, paraguaya y brasileña, en comparación con 2018.
Hasta el momento se maneja la hipótesis de que estos incendios fueron causados por los trabajos agrícolas, la deforestación, la quema controlada de la selva y la sequía. Es decir, con incidencia del hombre.
Funeral del glaciar OK
En agosto de 2019, en Islandia se colocó una placa de bronce por la desaparición del glaciar Okjökull.
En este escenario, Islandia pierde 11 mil millones de toneladas de hielo al año y se estima que alrededor de 400 glaciares desaparecerán en los dos próximos siglos.
Funeral del glaciar Pizol
Un mes después asistimos a otra despedida: en Suiza, la población de Wangs organizó una marcha fúnebre en honor al glaciar Pizol, que comenzó a derretirse y dejó de ser un glaciar según la perspectiva científica.
Derrame ríos Sonora y Bacanuchi
El 6 de agosto de 2014 se registró un desastre ambiental provocado por un derrame minero. Las consecuencias aún son tangibles en los ríos Sonora y Bacanuchi —que surten de agua a Hermosillo.
De acuerdo con el gobierno de México, las concentraciones de cobre, arsénico, aluminio, cadmio, cromo, hierro, manganeso y plomo en estos ríos rebasaron los límites establecidos por la Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994.
Se registraron pérdidas económicas para esta región así como los daños a cuatro cuerpos de agua. Buenavista del Cobre —filial de Grupo México— fue la responsable de este desastre.
Incendios forestales en Siberia
Los incendios forestales no sólo se registraron en Sudamérica. En el verano de Rusia —julio 2019— tres millones de hectáreas fueron arrasadas, algo así como si se tratara de todo el territorio que comprende Bélgica. El gobierno de Vladimir Putin tuvo que declarar estado de emergencia en la zona.
Récord en Europa por la ola de calor
El verano en Europa no ha sido el mismo a partir de esta década. Y en 2019 este continente rompió el récord de temperatura —por encima de los registros de 2016.
Tan sólo en París, Francia, se registró un récord histórico de 42,6ºC, mientras que Bélgica 41,8ºC, Alemania, 41,5ºC, Luxemburgo, 40,8ºC y Holanda, 40,7ºC; no se quedaron atrás.
Incendios forestales en Australia
Nueva Gales del Sur, Australia, ha enfrentado una crisis que se extendió de julio a diciembre de 2019. Estamos por cerrar el año y las autoridades ya decretaron el estado de emergencia.
Sídney resultó afectada y ha tenido amaneceres llenos de una bruma espesa y contaminante. La hipótesis del gobierno australiano señala que si bien la sequía es un factor que incentiva los incendios, la quema controlada de plantíos y la agricultura acentuó el problema de los incendios.