Lo que necesitas saber:
Guerreros Unidos confundió a los 43 normalistas de Ayotzinapa con rivales y le ordenó a la policía atraparlos. El Ejército supo de esto en tiempo real y no hizo nada. Eso y más revelan mensajes de texto obtenidos por la DEA
El 26 de septiembre de este 2023 se cumplen 9 años de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Sí, a 9 años de lo ocurrido aún hay muchas preguntas que resolver y los mensajes divulgados por el New York Times podrían revelar nuevas pistas sobre qué pasó en la llamada “Noche de Iguala”.
Este sábado 2 de septiembre, el NYT publicó un reportaje de Natalie Kitroeff y Ronen Bergman donde se analizan 23 mil mensajes de intercepciones telefónicas que exhiben la colusión entre criminales de Guerreros Unidos con la policía y el Ejército. Además se revela el posible motivo por el que habrían sido secuestrados y asesinados los 43 normalistas de Ayotzinapa.
New York Times revela mensajes que dan nuevas pistas sobre los 43 normalistas de Ayotzinapa
Los mencionados 23 mil mensajes fueron obtenidos por la DEA en 2014 al interceptar llamadas y mensajes de texto de sicarios de Guerreros Unidos y autoridades locales de Guerrero. Vigilaban a este grupo en particular por su participación en el tráfico de drogas de Chicago. Fueron entregados al Gobierno de México apenas en el 2022.
A continuación te dejamos algunas de las revelaciones más importantes sobre lo ocurrido el 26 de septiembre de 2014 en Ayotzinapa, según lo que sacan a la luz estos mensajes.
Los 43 normalistas de Ayotzinapa fueron asesinados e incinerados
Empecemos por lo importante: ellos, los 43 normalistas de Ayotzinapa. Un testimonio revela que los estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos, tras ser atacados por la policía local, levantados por los uniformados y entregados ante Guerreros Unidos, fueron llevados a una casa.
En esa casa los mataron, los descuartizaron y luego los incineraron en el crematorio de un forense que trabajaba para el grupo criminal de Guerrero.
“Un forense también prestaba servicios al grupo delictivo enviando fotos de cadáveres y evidencia en escenas de crímenes, según muestran los mensajes. Tras el asesinato de algunos de los estudiantes, los traficantes incineraron los cuerpos en un crematorio propiedad de la familia del forense, dicen los investigadores“, señala el NYT.
Confundieron a los normalistas con “rivales”
Una pregunta ronda a mucha gente a 9 años de lo ocurrido en Ayotzinapa: ¿Por qué? ¿Por qué la policía colaboró con un grupo criminal como Guerreros Unidos para desaparecer a 43 estudiantes normalistas sin relación alguna con el crimen organizado?
Los mensajes de texto revelan que fue por una confusión. Guerreros Unidos cuidaba su territorio dando reportes de sus informantes a la policía para que actuaran cuando fuera necesario. Además usaban autobuses (con compartimientos especiales hechos por un herrero que trabajaba para el cártel) para contrabandear drogas hacia Estados Unidos.
“Cuando decenas de jóvenes llegaron a la ciudad de Iguala en autobuses de pasajeros —no muy distintos a los que el cártel usaba para contrabandear drogas a Estados Unidos— los traficantes confundieron el convoy con una incursión enemiga y dieron la orden de atacar“.
Gurreros Unidos le dio la orden a la policía de Iguala de detener a los normalistas
Cuando Guerreros Unidos confundió a los 43 normalistas, como ya leíste, no mandó a sus sicarios a interceptarlos… mandó a la policía. Ordenó a los comandantes de Iguala que hicieran el trabajo porque tenían una fuerte relación con ellos, al grado de que las autoridades eran subordinados más de la organización.
Los mensajes de texto revelan que más allá de sólo comprar favores, el cártel tenía a funcionarios públicos prácticamente como empleados: “Usted no se aguite primazo, ya sabe q aqui estamos al mil”, fue el mensaje de un comandante a un miembro del cártel, por ejemplo.
Los policías que se llevaron a los 43 normalistas de Ayotzinapa recibieron la orden de sus comandantes, quienes a su vez recibían ordenes directas de los narcotraficantes. Según los mensajes de texto obtenidos por la DEA y analizados por el NYT, uno de los comandantes incluso dio armas a los integrantes de Guerreros Unidos… “otro respondió a una instrucción de que persiguiera a sus rivales”.
El Ejército lo sabía todo… y no hizo nada
Otra fuerte revelación que brindan los mensajes de texto, es que militares monitorearon en tiempo real la desaparicón forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Gracias a Pegasus tuvieron conocimiento de la comunicación entre los líderes de Guerreros Unidos y los comandantes de la policía de Iguala donde discutían qué hacer con los 43 normalistas… pero no reportaron ni hicieron nada.
¿Por qué? Porque el grupo criminal también tenía nexos con el Ejército según revelan los mensajes. Les pagaban para que evitaran la presencia de sus rivales en la zona y para que les hicieran paro cuando otras autoridades investigaran sus actividades.
“Militares que Monitoreaban de cerca el secuestro pero nunca acudieron a socorrer a los estudiantes también había recibido sobornos del cártel. En los mensajes de texto, captados en intervenciones telefónicas, los traficantes y sus colaboradores se quejaban de la insaciable codicia de los soldados, y se referían a ellos como putos a los que tenían en la bolsa”.
De hecho, en esos mensajes uno de los sicarios que secuestró a los normalistas contaba años después cómo se fue a una borrachera con soldados: “Kpienza k no los tiene el guero en la bolsa a los militares”; “Ya le pideron de favor a mi carnal q le aga el paro al teniente”; “Nadamas quieren sacar y sacar”, son algunos de los mensajes de criminales hablando de su influencia en el Ejército.
Omar Gómez Trejo tuvo acceso a los 23 mil mensajes
¿Recuerdas a Omar Gómez Trejo? Se trata de quien fuera el fiscal encargado de la Unidad Especializada de Investigación y Litigación para el caso Ayotzinapa, creada en el gobierno de AMLO. Renunció en septiembre del 2022 luego de la filtración de un informe y la cancelación de 21 órdenes de detención contra militares y funcionarios presuntamente involucrados.
Tras su renuncia, Omar Gómez Trejo se fue a Estados Unidos temiendo por su seguridad luego de tratar de exhibir qué tan profunda era la participación del Ejército en la desaparición de los 43 normalistas. Él tuvo acceso a los 23 mil mensajes de la DEA y los describió como “una prueba muy fuerte, muy robusta, incuestionable”.
La conclusión de todo esto es que policías y militares de Iguala trabajaban para Guerreros Unidos, y cuando ese grupo confundió a los 43 normalistas con rivales, hicieron lo que les ordenaron y las obstaculizaciones a las investigaciones serían para que esa red no caiga del todo.
“Si sabe cómo le fue a los 43… No quiere ser el 44”, fue el mensaje de la esposa de un jefe encarcelado del cártel a un contrabandista cuando pensó que éste había escapado con mercancía que mandaron a Estados Unidos.