Estamos en épocas de fin de año, ya llegó la Navidad y estamos a nada de finalizar el 2022. En la televisión vemos comerciales navideños con personas extremadamente felices, familias cenando juntas, los centros comerciales están llenos de adornos y villancicos, todo es felicidad… pero ¿qué pasa con las personas que no la pasan tan bien en estas fechas?
En México y en todo el mundo hay cientos de personas que por las condiciones del clima, de su entorno, por complicaciones de salud, etc. pueden llegar a desarrollar un trastorno afectivo estacional, mejor conocido como depresión navideña, blues de Navidad, depresión blanca, etc.
Es importante saber qué es la famosa depresión navideña, identificar los síntomas, las causas que la pueden detonar, algunas estrategias para evitarla y sobre todo saber cuál es el momento indicado para pedir ayuda.
¿Qué es la depresión navideña?
Para que nos explicara con peras y manzanas lo que es el trastorno afectivo estacional de invierno, desde Sopitas.com platicamos con la Mtra. Psicóloga Yunuen G. Guido, quien es especialista en neuropsicología y psicoterapeuta cognitivo conductual.
Vámonos por partes… Generalmente en Navidad o en fin de año nos solemos ponemos reflexivos sobre lo que pasó en el año: si perdimos algún ser querido, si perdimos el trabajo, si no logramos bajar de peso, si tuvimos algún conflicto con alguien, etc. A esto hay que agregarle que durante invierno la luz del sol disminuye y las condiciones climáticas en general son más complicadas que el resto del año.
A pesar de que México es un país cálido en comparación con otros, durante la época de invierno se reduce la exposición a la luz solar, lo que puede producir una reducción en la producción de melatonina (que regula el ciclo natural del sueño), así como una disminución en la producción de serotonina y dopamina, vinculadas al bienestar emocional.
Si durante el fin de año, cada que llegan las fiestas decembrinas una persona experimenta periodos de tristeza profunda recurrente y sostenida por más de dos semanas, pierde el gusto por llevar a cabo actividades cotidianas, se muestra apática, se altera su ciclo del sueño, el apetito, etc., podríamos hablar de síntomas de depresión navideña.
¿Qué causa este síndrome de profunda tristeza?
Hay varios factores que pueden desencadenar un cuadro depresivo estacional, aunque una persona que anteriormente haya experimentado episodios de depresión es más propenso a experimentarlos durante Navidad. Algunos de los detonantes pueden ser:
- La falta de luz solar
- La autoreflexión característica del fin de año
- La pérdida de seres queridos
- Un cambio brusco en la vida de una persona, como un rompimiento, la pérdida de empleo, etc.
- Una situación económica complicada
- Antecedentes familiares directos de depresión
- El consumo de sustancias psicoactivas como alcohol u otras
- Alguna enfermedad crónica que genere malestar constante
- Estresores diversos en el entorno
- La sensación de distanciamiento con los demás
- Añoranza de tiempos o navidades pasadas
- Presión y estrés por tener que cumplir con compromisos sociales
- Obligación de que los adornos, decoración, la cena y todo esté perfecto para Navidad
Pero ojo acá, nos recuerda la psicóloga Yunuen, experimentar tristeza de vez en cuando o de manera ligera no significa depresión en automático. Los síntomas de depresión tienen que manifestarse por más de dos semanas seguidas y ese es el momento correcto para pedir ayuda y acudir con los especialistas (psicólogos o psiquiatras) para recibir una valoración y tratamiento.
Todos estos factores en conjunto pueden poner a la persona que los atraviesa en un riesgo mayor de experimentar un trastorno afectivo estacional, sobre todo porque la Navidad y el fin de año en general se venden como una época para estar feliz, y a veces el estar feliz se convierte en una obligación.
La tristeza es una emoción normal
Uno de los aspectos que la especialista nos recalca es: la tristeza es una emoción normal, natural y saludable. Es totalmente normal y necesario que a veces estemos tristes, pero no es normal que esta tristeza y los demás síntomas sean recurrentes por más de dos semanas.
Si durante el año nos enfrentamos a una pérdida, cualquiera que sea, es probable que en las épocas navideñas nos enfrentemos al sentimiento de nuevo. Por ejemplo, si una persona pierde a un ser querido, se enfrentará a la nostalgia y al duelo mucho más intenso en Navidad y en fin de año.
Ahora con el COVID-19, batalla que aún no hemos ganado, la mayoría nos enfrentamos a un sentimiento de soledad y de nostalgia de no poder estar con toda la familia, con los amigos, etc.
¿Qué podemos hacer para evitar la depresión navideña?
Si somos propensos a padecer de depresión, lo mejor es acudir con especialistas y recibir el tratamiento adecuado sobre todo en estas fechas. Pero nunca haber pasado por un cuadro depresivo no es garantía de que nunca lo experimentaremos.
La psicóloga Yunuen nos comparte que hay ciertas acciones que podemos poner en práctica para pasar estas fechas de la mejor manera y evitar un trastorno afectivo estacional.
- Hay que dormir bien. Para los adultos la recomendación es dormir entre 7 y 9 horas todos los días, un síntoma de alerta puede ser dormir menos o dormir más.
- Trata de estar cerca de las personas que queremos. Aunque por el COVID las reuniones aún son un tema complicado, podemos mantener contacto por medio de internet o incluso reunirnos en algún espacio abierto y cuidando las medidas sanitarias.
- Si estamos atravesando por un conflicto familiar o personal con otra persona, lo mejor es enfocarnos en lo que sí tenemos, generar actividades relacionadas y pasar tiempo con las personas que tenemos a nuestro lado (familiares, amigos, compañeros, etc.)
- Seleccionar los compromisos sociales a los que sí queremos acudir, con las personas que sí queremos ver. No es una obligación acudir a todas las invitaciones.
- Aceptar que algunas personas, por diversas razones, no les gusta la Navidad y está bien.
- Sentarnos a hablar con nosotros mismos para reflexionar lo que sí logramos en el año y lo que no, pero no para autocastigarnos, sino para aprender de lo que fallamos e intentarlo de nuevo el año que viene.
- Hacer ejercicio
- Elegir una actividad que nos guste como un hobbie.
- Si vamos a establecer propósitos o metas para el siguiente año, tratar de que sean realistas. Si queremos bajar de peso, por ejemplo, analizar qué es lo que necesitamos hacer para lograrlo y programarlo con tiempos razonables, no bajar 20 kilos en una semana porque es imposible.
Otra recomendación que nos da la experta es hacer actividades de recreación. Si vives solo, por ejemplo, por las tardes o cuando tengas un rato libre sal a caminar al parque, visita un museo, intenta ir al cine solo, ve a comer, aprende a disfrutar de tu propia compañía.
Si eres vecino de algún adulto mayor que pase estas fechas solo o alguna persona que no pueda estar con su familia en fin de año, invítalo a cenar, dale un abrazo, visítalo. Todas estas estrategias pueden evitar que una persona se la pase mal en Navidad y que este sentimiento pueda tener consecuencias mucho más graves.
A partir de la pandemia de COVID-19, se registró un aumento aproximadamente del 30% en la demanda de consulta psiquiátrica y psicológica. Los principales motivos de consulta son trastornos relacionados con la ansiedad generalizada (TAG) y el trastorno depresivo mayor (TDM).
Cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) revelan que en el mundo aproximadamente 300 millones de personas viven con depresión y a partir del 2020, este trastorno es la primera causa de incapacidad laboral.
Si cuando llegan estas fechas te sientes solo, excluido de todos porque no estás feliz, no tienes ánimos, estás irritable, sientes una tristeza profunda, tus ciclos de sueño están alterados, no comes bien, etc., podrías estar pasando por depresión navideña y hay que acudir con un profesional de la salud mental para evaluarte.
Ir al psicólogo o al psiquiatra no es para locos, no todos las afecciones requieren de medicamentos. Cuidar la salud mental es igual de importante que cuidar la salud física.