Parece que la obsesión del presidente Donald Trump son los temas migratorios. Así lo ha puesto de manifiesto a lo largo de su campaña y así se ha concretado en su toma de decisiones. La firma de las órdenes ejecutivas para construir el muro fronterizo entre México y Estados Unidos y la contratación de más agentes fronterizos, el veto migratorio a personas de siete países (conocido como #MuslimBan) dejan sus intenciones al descubierto. Ya ni hablar del discurso antimexicano con el que dio banderazo a sus aspiraciones presidenciales y que caló —y, peor aún, agradó— en un sector de la sociedad estadounidense.
Este martes el presidente Trump dio un nuevo paso en esa dirección. Su administración difundió las nuevas directrices del Departamento de Seguridad Nacional, las cuales abren la puerta a deportaciones masivas de inmigrantes. Se incrementará en 15 mil elementos (10 mil agentes de migración y 5 mil agentes fronterizos) el departamento dirigido por John F. Kelly y se dotará de nuevas potestades a sus funcionarios.
Según publica el diario español El País, la nueva ofensiva migratoria de Trump apunta a “aplicar las expulsiones inmediatas a prácticamente todos aquellos indocumentados que lleven menos de tres años en el país”. La administración de Trump ha matizado la medida, aunque no desmentido su finalidad, asegurando: “no queremos crear pánico ni proceder a deportaciones masivas, sino sólo hacer cumplir la ley”. De acuerdo con la cadena BBC, todos los 11 millones de inmigrantes sin estancia legal pueden ser afectados por la nueva normativa.
¿Cómo funciona el plan de Trump?
Según la administración del también empresario, se dará prioridad a la deportación de inmigrantes sin estancia legal que tengan antecedentes criminales. También se buscará deportar a los inmigrantes que sean considerados como una amenaza para la seguridad del país (así de ambiguo como se lee) o que hayan abusado de sus sistema de beneficios. El polémico programa mantiene las medidas decretadas por el expresidente Barack Obama que brindan protección a los inmigrantes que llegaron ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños.
Las nuevas órdenes permiten a los agentes de inmigración y aduanas, además de la guardia fronteriza, deportar a los inmigrantes de forma rápida y sin la necesidad de presentarlos ante un juez de inmigración. Los especialistas infieren que estas medidas traerán consigo “una expansión de las expulsiones expeditas”.
Por si fuera poco: la cadena Univisión, en mancuerna con el sitio Propublica.org, indica que en el plan se le otorgan facultades a los agentes federales estadounidenses para deportar a nuestro país a cualquier migrante que sea capturado cruzando la frontera de manera ilegal, no importando si son mexicanos o no.
“El nuevo plan migratorio podría llevar a los Estados Unidos a deportar a México a cientos de miles de guatemaltecos, hondureños, salvadoreños, brasileños, ecuatorianos e inclusive haitianos. Actualmente, estos migrantes son detenidos dentro de los Estados Unidos, donde se les reconoce el derecho a solicitar asilo”. Según el programa de Trump, ahora los inmigrantes que quieran pedir asilo, tendrán que hacerlo desde nuestro país, en centros de detención que “México estaría potencialmente presionado a construir”.
