Si entre sus coartadas para “desaparecerse” todo un fin de semana para irse a chupar está el pasado de lanza alegato de “me secuestraron”, piensen en otra cosa, porque ése ya lo quemó -y no con buenos resultados- un funcionario de Michoacán.
Para seguir la fiesta sin broncas, aprovechándose de la débil seguridad que se tiene en el estado, el director de Obras Públicas del municipio de Acuitzio del Canje, Roberto Carlos Rangel, avisó la muy creíble situación que le impedía estar presente en la chamba, casa y cualquier otro enfadoso compromiso en el que fuera requerido: “me secuestraron”.
Con lo que no contó Rangel, fue que su bienestar le importara a alguien. Y sí: fue el propio alcalde de Acuitzio, Jesús Hénandez, quien emprendió la búsqueda del entonces desaparecido, quien tuvo la puntada de acusar a los estudiantes de la escuela Normal “Vasco de Quiroga” de su retención, la cual se dio porque, supuestamente, se negó a cooperar con el “boteo” que los normalistas realizaban.
Para emprender la búsqueda implacable, el alcalde armó un operativo en el que se involucró a por lo menos 100 elementos de seguridad, quienes rondaron por terrenos baldios y caminos rurales de la zona. Claro, también se dirigieron de forma no muy amistosa hacia las instalaciones de la Normal para intentar recuperar al funcionario en desgracia.
Cabe señalar que la dirección de la Normal dio chance de que fueran inspeccionadas las instalaciones, para comprobar que don Robert no fue retenido. Por suerte, antes de que se armara algo locochón, Rangel fue ubicado la madrugada del sábado en el centro expendedor de micheladas “Las de a Libra”… claro, en completo estado de ebriedad.
Para ese entonces ya hasta los de la Secretaría de Gobierno había dispuesto a un grupo de negociadores para “ablandar” la situación con los normalistas y que estos o sí o sí entregaran al funcionario… que a final de cuentas, una vez descubierto la falsedad de su aviso, fue canalizado ante las autoridades correspondientes para que se determine su situación jurídica.
Por su parte, el alcalde de Acuitzio pidió disculpas por haber alborotado el negocio y se dijo muy apenado por lo sucedido.