Por lo menos una vez al día te ponen abrazaderas en dedos de pies y manos. Entonces, comienzan las descargas eléctricas. Si consigues no gritar, te golpean con palos y barras de metal mientras te gritan e insultan por ser gay.
Lo anterior es el testimonio que The Guardian recoge de Adam, un sobreviviente de los campos de concentración en que se han convertido cárceles en Chechenia, donde por lo menos un ciento de homosexuales se encuentran encerrados y son víctimas de tortura. Por el testimonio que el diario inglés ha publicado y por otros que se pueden consultar en diferentes medios de comunicación, parece que en la república de la Federación Rusa se lleva a cabo una intensa campaña de “limpia” contra los homosexuales.
La población gay de Chechenia está desapareciendo, denuncian activistas https://t.co/3gg2edsrcd pic.twitter.com/5IkUC43e6P
— CNN en Español (@CNNEE) 5 de abril de 2017
Luego de ser detenido, Adam fue llevado a una cárcel clandestina. Ahí, él y otra docena de gays eran torturados diariamente. “A veces trataban de obtener información, otras veces sólo se ‘divertían’”. Aunque Adam consiguió salir con vida del encierro, otros no han tenido la misma suerte. Según el diario ruso Novaya Gazeta, al menos tres personas han muerto desde que comenzaron los operativos “anti-homosexuales”, esto a finales de febrero. Por supuesto que se cree que el número de muertes podría ser mucho mayor.
A Adam lo entregó un amigo (también homosexual). Según cuenta para The Guardian, él lo llamó para reunirse. Lo conocía desde hace tiempo, así que no sospechó nada. Sin embargo, al llegar al lugar de la cita, se dio cuenta que había sido engañado: “había seis personas esperándome, algunas uniformadas, gritándome que sabían que era gay”. Dentro de una furgoneta, Adam fue llevado al centro de detención, en el que fue encerrado en una habitación en la que él y otros dormían en el piso. De madrugada eran despertados sólo para ser golpeados. “A veces traían a otros prisioneros, a quienes les decían que éramos gay. Les ordenaban golpearnos”.
More than 100 gay men are allegedly being tortured in secret Chechen prisons. pic.twitter.com/tLhZwafxgb
— AJ+ (@ajplus) 12 de abril de 2017
“Estamos hablando de la persecución masiva de gays, con cientos de personas secuestradas por las autoridades. Esto no tiene precedentes. No sólo en Rusia sino en la historia mundial reciente. No hay duda de que estamos hablando de crímenes contra la humanidad”, denuncia Igor Kochetkov, un activista de San Petersburgo que colabora en la organización de un centro de emergencia, al cual pueden contactar quienes necesiten huir de Chechenia, dadas las condiciones en contra de la comunidad homosexual.
De acuerdo con The Guardian, el primer ministro de Chechenia, Ramzan Kadyro, ha podido orquestar la campaña anti-gay (evidentemente fuera de la ley) con el respaldo de las autoridades rusas. Si bien es conocida la postura conservadora del Kremlin respecto a la sexualidad, la lealtad de Kadyrov hacia Putin y su expreso amor por Rusia han hecho que las autoridades en Moscú se hagan de la vista gorda ante las evidentes violaciones a los derechos humanos que se perpetran en Chechenia.
Lvi Karimov, portavoz de Kadyrov, señala que denuncias de operaciones anti-gay en Chechenia son falsas… imposible que existan. ¿Por qué? Cómo podría haber algo contra los gays, si en Chechenia no hay gays. Así es: “No se puede detener y perseguir a personas que simplemente no existen en la república”, dijo a la agencia de noticias Interfax.
A pesar de que el testimonio de Adam es muestra de que es posible sobrevivir al encierro al que son sometidos los gays en la república rusa, la vida no está garantizada en libertad. Dado que la sociedad chechena es demasiado conservadora y homófoba, algunos homosexuales expresan su temor a ser asesinados por sus propias familias, algo que es considerado “un crimen de honor”.
“Tu hijo es un maricón, haz lo que necesites con él”, recuerda Adam que fue lo que las “autoridades” dijeron a su familia cuando fue liberado, después de 10 días de encierro. Su padre no hablaba con él y las veces que lo hacía, era para amenazarlo. Así que una noche tomó sus cosas y salió de su casa sin decir nada. Ahora está fuera de Chechenia y ya no tiene contacto con su familia.