Yo sé que ustedes tienen noches en vela pensando ¿cómo estará Obama?¿ya podrá sacar la reforma migratoria?¿Será popular su siguiente intervención en el extranjero?¿Michelle Obama será feliz con él?
Pero bueno, lo último que le ha pasado al líder del país vecino es que el Poder Legislativo de su nación quiere demandarlo… un momento ¿qué?
El Congreso de Estados Unidos en esta segunda elección de Obama ha sido el talón de Aquiles de Estados Unidos y una ladilla en el testículo izquierdo del presidente norteamericano. La razón es muy sencilla, la Cámara de Representantes tiene mayoría republicana (el partido conservador estadounidense) y han bloqueado cualquier movimiento o propuesta de la administración demócrata de Obama. El último gran escándalo fue el Shut down del Gobierno, por una rabieta en contra del aumento del tope de la deuda estadounidense, además estuvieron en contra del Obama Care y mantienen congelada la reforma migratoria.
En pocas palabras están como el PRI cuando gobernaba el PAN, en ese entonces los priistas bloquearon cualquier propuesta panista y no fue hasta ahora que (en bloque) han pasado las reformas.
Ahora los republicanos votaron a favor de denunciar ante la Justicia a Obama por abusar de su autoridad presidencial a la hora de aplicar la reforma sanitaria (el Obama Care), uno de los mayores logros legislativos de esta administración (pues podría ser el más grande hasta ahora).
La demanda fue impulsada por el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, quien lidera el congreso menos productivo de la historia norteamericana (bueno, estadounidense, yo creo que nostros hemos tenido congresos menos útiles).
El investigador del Brookings Institution, Thomas Mann (no lo confundamos con el escritor de la Montaña Mágica), expresó:
«Todo es simbólico y sin consecuencias, como todo lo que el Congreso hace estos días. Un gobierno dividido en un época de polarización partidista intensa y asimétrica es la fórmula idónea para una oposición vehemente y para la inacción»
Es decir, todo son actos que buscan simpatías o que crean escándalos en los titulares de los diarios estadounidenses, aunque, realmente, no pasará nada…. en pocas palabras, el Poder Legislativo estadounidense es ahora lo que era el Poder Legislativo mexicano de, por lo menos, la última administración.
Los republicanos alegan que Obama vulnera la separación entre poderes y ha ampliado las prerrogativas de la presidencia hasta extremos anticonstitucionales.
Este movimiento mediático lo realizan en épocas previas a las elecciones para renovar la Cámara de Representantes.
Obama ha utilizado esta acción para llevar (también) agua a su molino:
«(Los republicanos) han anunciado que me demandarán por adoptar acciones ejecutivas para ayudar a la gente»
«De modo que están indignados conmigo porque hago mi trabajo»
Muchos republicanos han insistido en que es necesaria un impeachment (proceso de destitución) contra Obama. Pero eso no sería un movimiento estratégico, ya que podría empujar a los demócratas apáticos a las urnas a votar y lo que los republicanos necesitan es que sigan apáticos.
Es más, con los rumores de impeachment, los ciudadanos demócratas estadounidenses ya han donado (solo el lunes de esta semana) un millón de dólares. Al ver esto, el republicano Boehner expresó:
«No tenemos ningún plan para procesar al presidente. No tenemos planes futuros…. Miren, todo esto es un timo ideado por los demócratas en la Casa Blanca»
No solo la campaña republicana está ayudando Obama, también la economía, apenas se registró un aumento (en el último trimestre) del porcentaje de crecimiento estadounidense (4 %). Aunque, si Estados Unidos crece ¿por qué, entonces México no lo hace? Recuerden que los administradores de nuestra economía decían que nuestro crecimiento se encogía por la recesión estadounidense…. ¿ahora cómo nos lo van a explicar?
Por otro lado, parece que al final, podría salirle el tiro por la culata a los republicanos. Es como si, por lo menos del otro lado del Bravo, la justicia poética sí existiera.
***Vía The Washington Post, El País