Ya que sentía algunas molestias, el buen Mathew Moore fue a hacerse un chequeo de rutina… después de algunos análisis y pruebas, la doctora diagnóstico una pequeña deficiencia en vitamina B-12, presión arterial alta y niveles considerables de colesterol…
Pero después de checarlo bien y quizás al percibir que el hombre no reaccionaba ante sus encantos, colocó en el historial médico que Moore sufría de un “comportamiento sexual” el cual catologó como una “condición crónica.
Aunque al principio el paciente tomó el asunto por el lado cotorrón, después de meditarlo un tiempo se dio cuenta de que no podía dejar que las cosas se quedarán de ese modo, por lo que decidió emprender acciones legales contra la discípula de Homero Simpson.
“Mi mandíbula estaba en el suelo. Al principio me reí, pero pensé, ‘aquí hay otra manera en que se reduce a la gente gay y se les hace sentir menos”…
Por otra parte, el oriundo de Los Angeles, California dijo que el proceso fue entablado sobre todo para evitar que las futuras generaciones se lleguen a topar con médicos con dudosos conocimientos como los de Jones: “Si una persona joven va al médico y escucha que su sexualidad normal y saludable es considerada un problema médico o una enfermedad, puede ser devastador”.
El Manual de Estadística y Diagnóstico de Enfermedades Mentales de los Estados Unidos ya puso en su lista a la homosexualidad como un disturbio de la personalidad, sin embargo, esa clasificación fue removida en 1973…
Así que Jones quizá no diagnosticó de mala fe, nada más va atrasada por 41 años… decidan qué es peor.