Como mostramos ayer, muchas personas en redes sociales expresaron su descontento con la imagen que utilizaron para la estación del metrobús 314-Memorial New’s Divine; el día de hoy mediante un comunicado, padres de las víctimas defienden la utilización de esta imagen.
Mientras parte de la ciudadanía se oponía al ícono que lucirá en una de las estaciones del metrobús capitalino, padres de las víctimas aseguran que tanto el nombre como la imagen fueron aprobados por ellos.
La carta llegó por parte de la Lic. Claudia L Cruz Santiago, Directora Ejecutiva del Instituto de Acción Ciudadana para la Justicia y la Democracia AC., y, por medio de ella, los padres exponen que por primera vez y después de hacer una denuncia constante durante ya cinco años, las familias de las víctimas fueron escuchadas y se estableció un «Mecanismo de Solución Amistoso». A través de él se ha exigido la construcción del Memorial para las víctimas del New’s Divine Nunca Más. Para ellos es importante este monumento pues establece el registro histórico de los trágicos hechos acontecidos el 20 de junio del 2008. Según la carta, para los padres, con este Memorial, se ponen los nombres y los rostros, las vidas y los sueños truncos de las víctimas. El Memorial además servirá como un espacio para el desarrollo de las y los jóvenes de la zona, para aprender la defensa, promoción y ejercicio de sus derechos humanos.
Como parte de este mecanismo de concienciación y para que el Memorial tenga un mayor impacto social, los familiares determinaron que la estación del Metrobús tuviera el nombre de la calle en la que se ubica y el del Memorial mismo.
El ícono
La carta continúa con este párrafo:
«Así también es importante para nosotros como familias de las víctimas, informarles, dado el escarnio social que se ha hecho en las últimas horas sobre el logotipo de la estación y el nombre, que el mismo, fue diseñado bajo nuestras indicaciones, considerando que dicha imagen centra el motivo principal de la causa de sus muertes, ya que se trató de simbolizar la aglomeración que a las puertas del lugar, causó la asfixia de muchos de ellos, aglomeración que fue propiciada precisamente por la incompetencia de la policías [sic] de la SSP y autoridades de la Del. GAM»
Según la carta, las puertas están abiertas en lo que ellos llaman un «contundente gesto que hilvana la memoria de la tragedia con el futuro reparador y preventivo que exigimos construir»
La carta continúa hablando de la imagen para pasar de ella a hablar nuevamente del Memorial:
«de ninguna manera creemos que dicha imagen obedece a una falta de tacto o revictimización como se ha manifestado en redes sociales o por algunos medios de comunicación que en vez de preguntarnos primero a nostras, las familias, simplemente salen a denostar el trabajo que hemos venido realizando para llevar a cabo el Memorial»
Y finaliza reivindicando la importancia del Memorial diciendo:
«Al ser nosotras las familias las que sufrimos su pérdida, es precisamente a través del Memorial que se construirá en ese lugar, lo que significa que nunca olviden lo sucedido. Que nuestra lucha no cesará hasta encontrar la Justicia verdadera para nuestros hijos e hijas, pero sobre todo, nunca olvide, que esto nunca más se debe repetir».
Como dijimos en la entrada pasada, el Memorial se nos hace algo importantísimo para que quede como huella, como memoria y denuncia de lo que sucedió hace cinco años.
Parte de las quejas provenían de que se esperaban un poco más de la responsabilidad de las autoridades en el suceso, si no en la imagen, en el nombre, o por lo menos en el acuerdo sobre el ícono, puesto que, hasta ahora, las autoridades sólo han atinado a decir que el diseño lo decidieron los familiares y no ellos.
Entonces, en la quejas, lo que se busca es eso, la dirección de la denuncia, en pocas palabras, que la responsabilidad de la autoridad apareciera allí. Esto puede ser ajeno a la situación de los propios familiares que tienen una experiencia de la tragedia muy personal, muy íntima, y, dentro de su contexto, la imagen es muy clara: expresa lo que ellos buscaban expresar.
¿De dónde viene la confusión?
Cuando la filósofa Judith Butler hace una relectura de los actos de habla de J. L. Austin, explica que un mensaje puede tener una cierta intención al ser enunciado, pero eso no garantiza la eficacia de los efectos esperados ni impide que el mismo mensaje se pueda utilizar de una manera distinta de la que se planeó a la hora de enunciarse. Eso es posiblemente lo que ocurrió en este caso. Una cosa es crear un símbolo como fue este ícono, pero una cosa muy distinta es la intención con la que el mensaje de denuncia y esperanza se trató de transmitir, y otra es la eficacia y el modo en que fue recibido y, aunque nada garantiza la eficacia de los efectos que busca un mensaje, se pueden buscar elementos que ayuden a potenciarlos. La aclaración pública de las intenciones en este caso fue uno de ellos, ya que, a pesar del acuerdo y el consenso que se tuvo dentro, es muy diferente a la manera como podría recibirse o se recibió el mensaje afuera. En todo caso y para beneficio de la denuncia, el mensaje debe ser claro, para que todo aquel que lo reciba puede declararse de acuerdo o no, o hasta indiferente, puesto que, repito, la manera en que afecta el mensaje a las personas nunca puede asegurarse absolutamente.
En todo caso, se nos hace importante que este tipo de mensajes de denuncia lleguen a la población (y a las autoridades) de la manera más efectiva posible. No deberíamos tolerar nunca más que pase algo así como una pésima aplicación de un operativo que termine con la muerte de personas.
Pues bien, aquí les ponemos la explicación del ícono
Y acá está la carta para que la lean ustedes mismos: