De nueva cuenta, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decretó una medida con la cual se impedía el ingreso a su país a ciudadanos de seis naciones de mayoría musulmana. Sin embargo, horas antes de que el decreto entrara en vigor, un juez federal ordenó su veto.
Ya son dos ocasiones en las que los tribunales paran en seco los planes migratorios del republicano. La primera ocurrió en febrero pasado, luego que el 27 de enero el republicano había puesto en marcha lo necesario para negar la entrada a migrantes de mayoritariamente musulmanes. Este decreto fue rechazado y el 6 de marzo Trump emitió esta la orden revisada y aumentada. En esta ocasión, fue Derrick K. Watson, juez de Háwai, el responsable de frenarla, ya que consideró que el gobierno no está motivado por preocupaciones de seguridad nacional.
Sería este jueves cuando refugiados procedentes de Irán, Somalia, Libia, Sudán, Siria y Yemen, verían impedido su acceso a Estados Unidos. Para Trump, estas naciones son altamente vinculadas con actos “terroristas”, de ahí la orden migratoria que tendría una vigencia de 90 días. Aunque inicialmente Irak también estaba incluido en la lista negra, a final de cuentas fue borrada debido a las negociaciones que se llevaron a cabo con el gobierno de Bagdad.
Según reporta The Washington Post, la medida tomada por Watson tendrá alcances nacionales, debido a que se toma al decreto del Ejecutivo como un “veto musulmán”, que atenta contra la primera enmienda de la Constitución estadounidense. Ante este nuevo revés, el presidente Trump advirtió que peleará hasta las últimas instancias judiciales para imponer su orden.
Este fallo nos hace ver débiles, que por cierto, ya no lo somos (…) Vamos a pelear este fallo terrible, vamos a llevar este caso tan lejos sea posible, incluyendo todo el camino hasta la Corte Suprema. Vamos a ganar”, dijo el mandatario en un acto en Nashville.
Pues le podrá mover, a ver si es chicle y pega, pero el juez Watson también advirtió que tiene los elementos suficientes para demostrar que los planes migratorios de Trump violan la cláusula constitucional que impide la discriminación religiosa.
Al respecto, el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer no realizó comentario alguno.