La semana pasada tuvimos la oportunidad de jugar el nuevo título de Visceral Games e EA Games, el cual retoma la historia de Isaac Clarke y la desafortunada situación en la que se ve involucrado desde los dos títulos anteriores de la serie.
El juego quizá no sea el favorito de la trilogía para alguno de ustedes, pero eso no significa que la tercera entrega de la serie de “Dead Space” no sea una que verdaderamente valga la pena. Y es que “Dead Space 3” es un título tan bien realizado como los dos anteriores, tanto en el modo de juego como en la historia.
Primero hablemos de la historia. El juego nos lleva a una situación que nos toma un poco de sorpresa, pues aparentemente hay una guerra entre el gobierno y los unitólogos. Además, Clarke logró recuperar una vida relativamente aceptable, sin embargo, su nuevo romance con Ellie no prospera. En fin, Clarke se encuentra en una ciudad en la luna, y en menos de un minuto se entera de que ya no tiene novia, los unitólogos llegan a matar a todos y el gobierno lo obliga a hacerse parte de una misión para revisar un asunto de un marcador (fuente de vida de los monstruos del juego) y de paso, encontrar a Ellie y su tripulación. Así, Isaac Clarke emprende un terrorífico y sangriento viaje por tercera vez.
Con este contexto, los muchachos de Visceral Games lograron entregar un título que no sólo recorre nuevamente oscuros pasillos que mantendrán al jugador tenso por no saber en qué momento saltará algún monstruo –o necromporph– a través de las paredes para atacar, sino que se convierte en un verdadero shooter donde se ven intensas riñas con soldados unitólogos.
Cuando nos enteramos de que ahora Clarke se enfrentaría a otros soldados con rifles y granadas no sabíamos qué pensar al respecto. Pero la adaptación que hicieron los desarrolladores resultó mucho mejor de lo que esperábamos. Esto fue porque en los primeros dos juegos, aunque el jugador pueda moverse con facilidad a través de los pasillos y los cuartos, sí es un poco tronco el personaje: sólo puede correr y caminar, pero lo que es agacharse y cubrirse no se trabajó con mucha profundidad. No es una ataque, en realidad en un juego de terror, y más cuando los monstruos te pueden encontrar por más callado que estés, no hace falta ese tipo de movimientos. Eso en el caso de “Dead Space” y su secuela, sin embargo, “Dead Space 3” sí necesita la movilidad de juegos como “Gears Of War”. Y en efecto, “Dead Space 3” logra adaptar muy bien los controles y los movimientos a esta mezcla de juego de terror y disparos. Pero, aunque el personaje puede agacharse, brincar y correr, se sigue sintiendo un poco tronco todo el movimiento; cosa poco grave, porque los combates siguen involucrando monstruos y otros males que afortunadamente no requieren mucha agilidad.
Además de la adaptación de controles, los muchachos de Visceral descartaron el sistema de mejoras que tenían en sus dos títulos anteriores, tanto de armas como de armaduras. Ahora, en lugar de juntar créditos, artefactos y piezas para comprar armas y meterle mejoras a las armaduras, el jugador sólo tiene que recolectar pequeños recursos, como sobras de metal. En lugar de comprar armas con créditos, con estos recursos se podrán hacer armas de una y dos manos, lo que hace un sistema de herramientas de combate personalizadas muy divertido, pues queda a su disposición piezas para hacer rifles automáticos, cortadoras de plasma, lanzajavalinas, lanzagranadas y todas las otras armas que recuerdan de los títulos anteriores… Sólo que ahora pueden mezclar una ametralladora con un lanzajavalinas. En cuanto a la armadura, el sistema de recolección de recursos facilita todo, pues en lugar de buscar y buscar el objeto para hacer la mejora, simplemente puede ahorrar y comprarlas.
Esos son dos de los aspectos más divertidos que se pueden tratar del juego, sin mencionar la estética que hace ver a Clarke como todo un matón. La ambientación es otro asunto muy bien logrado. Es la primera vez en la que más de la mitad del juego ocurre en espacios abiertos –desde la primera entrega que un breve momento Clarke pelea sobre una colonia. El juego, luego de que Clarke emprende su viaje, llevará al jugador a un planeta frío, lleno de nieve y piedras. En esta superficie Clarke se dedicará a recorrer principalmente centros de investigación y verá como pasa el tiempo y cae la noche en los establecimientos abandonados. Aunque la mayoría del juego ocurre en la superficie de ese planeta, Visceral logra crear una ambientación que no le dará al jugador nada de seguridad en sus pasos.
Finalmente tenemos el modo cooperativo –unicamente en línea–, que nos presenta a John Carver, un soldado del gobierno. Pero ésto no significa que los jugadores tendrán la misma experiencia. Un segundo jugador se podrá unir en el combate para salvar a la humanidad de los monstruos y unitólogos, sin embargo, cada uno tendrá que enfrentar distintas experiencias y si uno juega este modo también cambiará el modo en que se cuenta la historia. Al fin es lo único que le faltaba a éste juego: compañía para que sea más ameno el camino lleno de terror.
Con los cambios y similitudes que se ven en este título, el jugador puede tener la seguridad de pasar un rato de intensos combates con soldados y estresantes luchas por mantener a Clarke vivo a través de un largo viaje.
