Muchos “lo saben”, pero parece que las autoridades dan poca importancia al problema.
El clima extremo en diferentes partes del mundo no es una casualidad, aunque no se hacen acciones suficientes para contrarrestar las inclemencias climatológicas, señala el coordinador de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (Conabio), José Sarukhán, quien también comentó que todo lo que antes se predijo respecto al clima del futuro (o sea el de ahora) fue muy leve en comparación con lo que se vive:
“No sólo hay todas las evidencias del cambio climático, sino vemos que todas las predicciones y modelos que se han utilizado desde hace 10 o 20 años para vaticinar lo que iba a pasar a estas alturas subestimaron lo que en realidad ocurre”.
Además, Sarukhán señaló lo preocupante que es que cada país adopte medidas contra el calentamiento global de acuerdo a sus intereses… pero no ambientales, sino económicos: “Cada país quiere que las cosas vayan de acuerdo con sus necesidades, deseos. La tendencia es llegar a consensos de mínimo común denominador. Lo más bajito para que no afecte o exponga cosas en que como país se tendrían que hacer cambios, que no convienen económicamente”.
Ya más adentrado en explicaciones del actual clima que se vive, el ex rector de la UNAM señaló que no sorprenden las condiciones climatológicas extremas que se reportan en las últimas semanas: “Decíamos que uno de los patrones más claramente perceptibles con el cambio climático iban a ser las condiciones de los climas, que se iban a extremar. Fríos, calores y sequías muy intensos, inundaciones brutales, y es lo que ha estado pasando. Los fríos tienen que ver con ello”.
Con todo, José Sarukhán comentó la atenuación de las informaciones relativas al cambio climático que hacen entidades como el Panel Intergubernamental de Cambio Climático, ya que pese a poseer los “mejores datos” del problema, los “diluyen” para que no suenen “tan rudos”: “en lugar de decir el señor tiene todo los signos de lepra (…)Vamos a decir que tiene un problema de piel que tiene que cuidar”, ejemplificó.
En relación a México, el académico predice que lo que sucedió el año pasado volverá a suceder, cada vez con más frecuencia, ya que nuestro país cuenta “con todo lo necesario para tener huracanes asesinos (…) y tormentas tropicales intensas. Si a ello se suma toda la tontería humana en tierra, de dañar sistemas ecológicos que amortiguan esas cosas, el efecto es peor”.
No obstante esta situación, en México aunque se han tomado algunas medidas para reducir las emisiones contaminantes, se sigue dando prioridad a otros intereses, “por ejemplo, que la industria automotriz puede tener problemas”. Ante esto, se debe “apretar” en el cuidado de los ecosistemas “los cuales juegan un papel importante en el amortiguamiento de esos eventos (…) Mantener los ecosistemas es una medida de protección del efecto de esos fenómenos.”
Ahora falta ver quién le hace caso.
*Vía La Jornada
