Apenas unas horas después de que conociéramos los primeros dictámenes del desplome del Metro, se presentó otra importante investigación. Un estudio —también encargado por el gobierno de la CDMX— que busca medirle los daños al tramo elevado de la Línea 12.
¿Los resultados? Bastante preocupantes.
De acuerdo con el Colegio de Ingenieros Civiles de México, después de un análisis de más de 11 kilómetros de estructuras, hay fallas visibles en el 32% de la Línea 12 del Metro.
Les llamamos fallas visibles porque la investigación presentada esta tarde se le considera —técnicamente— de Nivel 1, en donde se identificaron las vulnerabilidades con análisis oculares y fotográficos. Las “circunstancias” más graves, se llevarán a los siguientes niveles de análisis estructurales y matemáticos para determinar qué tan serios son.
El dictamen señala que el 68% del Metro tiene afectaciones consideradas de Grado C, que podrían decirse rutinarias. Nada de qué preocuparse.
Sin embargo, las alarmas están prendidas por el otro 32% que, de acuerdo con el Colegio de Ingenieros Civiles de México, están presentándose en un Grado B que no son extremadamente urgentes pero sí necesitan ser analizadas a profundidad.
¿Qué afectaciones encontraron en la Línea 12?
Una parte importante para señalar es que este dictamen no revisó la zona del desplome del pasado mes de mayo.
Bernardo Gomez González, coordinador del Comité Técnico de Seguridad Estructural y quien presentó el estudio, señaló que se enfocaron en el resto del tramo elevado de la Línea 12 para revisar qué tan vulnerables son las estructuras que se mantienen en pie.
Y la cosa está canija.
En total hay siete detalles importantes que ameritan procesos de evaluación más detallados, precisos y que revisen la calidad de toda la construcción. Son los siguientes:
- Soldaduras en el centro de la estructura que, aunque no ilegales, son riesgosas por presentarse en la zona de mayor esfuerzo de la construcción.
- Separación entre las vigas. Encontraron que en algunos lugares es insuficiente y en otros no está ni siquiera uniforme.
- Le pusieron la lupa a 3 columnas que se encuentran fisuradas (tendrán que ser analizadas a profundidad).
- Hay fisuras también en trabes y cabezales que, para acabarla de amolar, provocan filtraciones excesivas.
- Apoyos deformados de la estructura metálica. Aunque señalaron que no saben si fue por el sismo o por la mala construcción inicial, encontraron que las partes donde se junta el concreto con el metal se han deformado y otras, simplemente, están mal apoyadas.
- Diafragmas deficientes o inexistentes que, a pesar de ser secundarios, garantizarían —si estuvieran— el correcto funcionamiento.
- La estructura metálica está mal detallada pues hay elementos no uniformes, otros mal apoyados y algunos más salidos que otros.
Finalmente, después de señalar estos puntos de extremo cuidado, el Colegio de Ingenieros Civiles de México presentó 5 acciones urgentes, de atención prioritaria, para que el Gobierno de la Ciudad de México lleve a cabo a la voz de újule.
Empiezan con la revisión de las columnas en la zona de Tláhuac con Periférico, reparar las fisuras en columnas y las filtraciones superiores. También, ponen el ojo en los topes sísmicos que se encuentran dañados y finalmente en un refuerzo sospechoso cerca de la estación Nopalera.