La estrategia de Peña Nieto de poner al Mando Único policial en la región de Guerrero conocida como Tierra Caliente parece no estar saliendo conforme lo planeado.
El cuerpo del sacerdote Gregorio López Gorrostieta, “Goyito”, levantado este 22 de diciembre por un comando armado en las instalaciones del seminario de Ciudad Altamirano, fue encontrado en el municipio de Tlapehuala. El cuerpo tenía un disparo en la cabeza.
La diócesis de Ciudad Altamirano emitió un comunicado donde confirmó que el cadáver de Gregorio López Gorostieta se encontró en la colonia Benito Juárez, de Tlapehuala, justo atrás de la cabeza monumental de Lázaro Cárdenas del Río, sobre la carretera federal Iguala-Ciudad Altamirano.
Se espera que el sacerdote católico originario de la comunidad de Las Piñas, en el Estado de México, sea velado en la catedral de Ciudad Altamirano a las 11 de la noche.
Ciudad Altamirano es considerado el municipio más importante de Tierra Caliente, y al mismo tiempo una zona con altos índices de criminalidad, según informes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal. La mayoría de los ilícitos están relacionados con la disputa entre cárteles del crimen organizado.
Así las cosas, sopicuates, parece ser que las reformas en seguridad de Peña traen retardo. En tanto, lo que sí es seguro, es que muy pronto comience la construcción de un nuevo cuartel militar que se ubicará entre Iguala y Ciudad Altamirano, en el municipio de Teloloapan. A ver si entre federales, gendarmes y militares pueden contra el narco.