La Procuraduría General de Justicia de Guerrero anunció que un juez del ramo penal dictó auto de formal prisión en contra del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, por los delitos de homicidio calificado en agravio de 6 personas y el homicidio en grado tentativo en prejuicio de otras más.
Todo esto con relación a los hechos que se registraron los días viernes 26 y sábado 27 de septiembre en la ciudad de Iguala, en los que desaparecieron los 43 normalistas.
Abarca se encuentra preso en el Centro de Reinserción Social Número 1 (Altiplano) y el Congreso local le revocó su mandato el 17 de octubre a solicitud de la PGJ de Guerrero.
Como resultado de las actuaciones se vinculó a 33 personas, entre ellos a 22 policías municipales.
También se detuvo a cuatro integrantes de la organización delictiva Guerreros Unidos, los cuales fueron puestos a disposición de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (Seido).
¿Es suficiente?
La sociedad mexicana se ha manifestado harta de la situación de inseguridad, de la impunidad, de la corrupción y de la colusión de las autoridades con el crimen organizado y sabe que el auto de formal prisión es un elemento importante en este caso… pero no es definitivo, necesitamos a los 43 desaparecidos y garantías de que el Estado no volverá a atacar de esta manera tan brutal a su ciudadanía (necesitamos figuras civiles que revisen a las autoridades, si Peña cree que la corrupción es la cultura mainstream entre los políticos, hay que crear instituciones ciudadanas contraculturales que los intervengan).
