El pasado 25 de septiembre el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, dio a conocer un plan para apoyar a las personas que perdieron sus hogares —definitiva o provisionalmente— tras el sismo de magnitud 7.1. El proyecto ofrecía un apoyo de hasta 3 mil pesos mensuales, por un plazo máximo de tres meses, para que los damnificados rentaran en lo que su situación se aclaraba.
Los requisitos para solicitar el beneficio eran muy simples: se tenía que asistir a uno de los cinco módulos de reconstrucción instalados en la capital, presentar un documento probatorio, o dos testigos, para confirmar que rentaban o eran dueños de un inmueble dañado, llenar un formato y esperar a que la información fuera validada por las autoridades. Las estampas de solidaridad y unión entre los chilangos poco a poco se van difuminando y las cosas comienzan a regresar a la normalidad.
Por un lado, está la burocracia. Decenas de damnificados han tenido que esperar horas y horas para acceder al —insuficiente, dicen algunos— apoyo para renta que prometió el gobierno capitalino. En algunos casos, las personas sólo se fletaron en las largas filas para que al final les dijeran que alguien de su vivienda ya había recibido el dinero. Por el otro lado, la transa. Gente que no perdió su casa ni sus bienes ni resultó afectada por el temblor del 19 de septiembre, fueron a solicitar su cheque de tres mil pesos.
Hasta este jueves 5 de octubre, el gobierno de la CDMX ha entregado 18 mil 315 apoyos destinados a los damnificados. La Contraloría General de la Ciudad de México ya ha cotejado 4 mil 909 de los domicilios registrados; encontró irregularidades en mil nueve casos, o lo que es lo mismo, en 20% de los casos, las viviendas de las personas beneficiadas no presentaban daños, dieron direcciones falsas o los domicilios remitidos eran bodegas o predios en construcción. En pocas palabras, se han entregado cerca de 3 millones de pesos a personas que no son damnificadas, y por lo tanto, no podían solicitar la ayuda. Mancera Espinosa indicó que la contraloría continuará con la verificación de los cheques entregados y que las personas que dieron datos equivocados o “dolosamente fuera de los correctos” no recibirán la entrega del mes próximo.
Ayer se anunció que la manera de repartir los recursos cambiaría. Ya no se harán filas en módulos para solicitar los apoyos, sino que habrá visitas directamente en domicilios y albergues señalados, en coordinación con las autoridades de cada delegación. La ayuda, ahora, se entrega directamente en las oficinas del Instituto de Vivienda de la Ciudad de México, ubicadas en colonias Santa Cruz Atoyac y Narvarte, en la delegación Benito Juárez, además de Granjas México, en la delegación Iztacalco. Con estas medidas buscan controlar la entrega de recursos y evitar que gente sin afectaciones se aproveche del apoyo. El presupuesto para la primera ronda fue de 50 millones de pesos. Este es el nuevo procedimiento para acceder a los cheques:
Tras los sismos, se han entregado 18,315 cheques para apoyo para renta. Este el procedimiento para acceder a estos #mm pic.twitter.com/vfl5OkrQM9
— Miguel Ángel Mancera (@ManceraMiguelMX) 5 de octubre de 2017