Tras el emotivo, pasional e inesperado (?) testimonio de la amante del narcotraficante Joaquín “el Chapo” Guzmán, Lucero Sánchez, quien además fue diputada por Sonora, le tocó subir al estrado a Dámaso López “el Licenciado”, quien pasó de ser director de un penal a trabajar para el Cártel de Sinaloa.
Vamos a hacer una recapitulación de todo lo que pasó…
Dámaso López era subdirector de Seguridad y Custodia en el penal de Puente Grande, en el estado de Jalisco. Fue en 1999 cuando conoció al Chapo, quien cumplía una sentencia de 20 años por asociación delictuosa y cohecho tras ser arrestado en 1993.
Recordemos que de esa prisión el Chapo se escapó por primera vez el 19 de enero de 2001 dentro de un carrito de lavandería.
Después de lo ocurrido los rumores hablaban de que el Licenciado había ayudado al capo mexicano a escapar de la prisión, situación que tanto él como el Chapo niegan en todo momento (ya anteriormente se había declarado que realmente sólo tres personas sabían que el narcotraficante se iba a escapar).
Lo que sí hizo fue hacerle unos cuantos favores: permitió que una de las esposas del Chapo —Griselda— entraran a visitarlo a pesar que de acuerdo con las reglas solo se permitía la entrada de una cónyuge —Alejandrina era la que estaba registrada—.
Puente Grande is the prison from which Chapo escaped in 2001 in the bottom of a laundry cart. It’s been rumored that Damaso helped Chapo escape, but he says he didn’t He did however help Chapo get illegal phones and clothes, and helped get Chapo’s wife, Griselda, in the prison.
— Alan Feuer (@alanfeuer) 22 de enero de 2019
Y por si no fuera poco Dámaso López le daba chance de tener un celular dentro y a conseguir ropa no permitida. Univisión refiere que a cambio, el Chapo cubrió los gastos médicos de uno de los hijos del exfuncionario, le pagaba e incluso de compró una casa.
Un mes antes de que el Chapo se escapara, el Licenciado renunció a su puesto en el penal porque estaba en curso una investigación por corrupción (de la que era más que culpable).
Después de esto, Dámaso López se fue a trabajar para el Cártel de Sinaloa encontrando ranchos y casas para el Chapo, posteriormente como informante en el gobierno. Con el paso del tiempo, el exfuncionario se convirtió en uno de los socios —y amigos— más cercanos del Chapo, a tal grado que llegó a ser considerado como el sucesor para el Cártel.
Obviamente no fue lo único para que lo que la fiscalía lo citó, el objetivo era que hablara de cómo el Chapo había ordenado el asesinato de al menos seis “enemigos”.
Uno de ellos fue Israel Rincón Martínez “el Guacho”, quien trabajaba para el Cártel de Sinaloa pero se vio presionado para pasarse con los Beltrán Leyva (el enemigo). Además se habló de Juan Guzmán Rocha, primo del Chapo, quien fue secuestrado junto con otro colaborador en un estacionamiento y posteriormente asesinados “por mentir”.
Narró como se ordenó la ejecución de Rodolfo Carrillo y su esposa al salir del cine, situación por la que incluso intervinieron elementos de la Policía Federal que funcionaban como escoltas de Carrillo.
One new thing:
In 9/13, Chapo got a request from his plaza boss in Baja Cali Sur to kill a cop who pestering the mayor of La Paz there. She was w/the PRI and looked like a possible future candidate for state governor. Chapo, in a BlackBerry text to Damaso, gave the kill order.— Alan Feuer (@alanfeuer) 22 de enero de 2019
Como ya había sucedido anteriormente, Dámaso López identificó plenamente al Chapo como líder del Cártel de Sinaloa, junto con Ismael “el Mayo” Zambada.
En noviembre del año pasado el Licenciado fue sentenciado a cadena perpetua en Estados Unidos por su participación en la importación de cocaína a territorio estadounidense. Sin embargo, logró un acuerdo con los fiscales para reducir su condena a cambio de ayuda en el juicio del Chapo.
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