La competencia en el mundo moderno nos obliga a estar más preparados. Tener una buena preparación nos hace más profesionales y por consiguiente, aspirar a mejores empleos y oportunidades. Por eso, no sabemos si extrañarnos o no después de enterarnos de la existencia de estas tarjetas que anuncian lo siguiente:
Cientos de estos curiosos anuncios fueron repartidos en los alrededores de las universidades por una empresa en Valencia, España, y de inmediato ha causado polémica.
Por descabellado que esto suene, los interesados encontrarán varias facilidades, como un precio accesible, discreción garantizada y la seguridad de que el egresado podrá conseguir un puesto de trabajo al finalizar el curso. Así como están las cosas en Europa, esta podría ser una gran oportunidad para aquellos a los que no les desagrade la idea de ‘ganarse el pan con el sudor de su entrepierna’ (aunque luego huela bien gacho).
Y ya después vienen los jadeos y horas y horas de practicar arduamente. Se enseña a cobrar bien por los servicios amablemente brindados a la clientela, también las posturas habituales y las más extrañas, así como el uso de materiales de trabajo como juguetes sexuales y disfraces, entre otros. El libro de estudio es el kamasutra.
El número de clases es opcional y depende en gran medida de las necesidades de cada alumno. Si se es aplicado y se machetea duro, muy pronto se está listo para laborar e incluso, hacerla de profesor en la misma escuela. Estos cursos se imparten por igual a hombres y mujeres.
De momento la empresa está a la espera de que se conforme un grupo amplio para que inicien las clases. Aunque tampoco hay muchos lugares disponibles, pues las tutorías estarán conformadas por pocos estudiantes para así “mantener un trato especializado y de calidad”. Por lo pronto, ya hay seis inscritos.
Lo que no nos quedó claro es si por el precio pagado ya se incluye el padrote, o ese es aparte.
