Hoy se cumplen siete décadas de que “El Principito” uno de los libros no religiosos más vendidos del planeta, se haya publicado por primera vez en Nueva York. El relato del rubio príncipe es ahora una lectura obligada para chicos y grandes, mismos que crecieron anhelando y soñando como el protagonista de esta historia atemporal.
La lectura que ha sido traducida a más de un ciento de lenguas diferentes y que les abrió los ojos a los adultos para ver como niños y a los pequeños a entender el mundo de sus mayores, se ha convertido en una lectura que muy pocos podrán decir que no crecieron con la historia del pequeño dueño de una rosa en su propio y muy personal planeta.
Escrito por el autor francés Antoine Saint-Exupéry, “El Principito” es, en apariencia, un libro estrictamente infantil pero cuyo contenido va más allá de una historia superflua pues las aventuras de este monarca celeste explora la naturaleza humana en su forma más destilada y saca a la superficie ese niño emocional que la sociedad contemporánea nos hace enterrar en los más profundo de nuestro ser.
Además, esta lectura nace de una de las experiencias de Saint-Exupéry como piloto de guerra pues éste imaginó a su “hijo” después de realizar un aterrizaje forzoso en el desierto del Sáhara en 1935 donde pasó varios días sobreviviendo en la ardiente arena y el implacable clima de África del Norte hasta que un beduino lo rescató de su suplicio. En síntesis, “El Principito” representa el sueño de su autor por un mundo mejor ante la cada vez más amenazante situación de Europa.
Cabe mencionar que esta importante obra de la literatura universal fue un fiasco cuando la casa editorial neoyorquina Reynald & Hitchcock la publicó en 1943, un año antes de que su autor muriera a los 44 años de edad.
Para conmemorar la publicación de este libro de apenas cien páginas, se lanzarán ediciones especiales en Estados Unidos y Francia.
Otras obras de Saint-Exupéry incluyen “Courrier du Sud”, “Vol de Nuit” y “Terre des Hommes”, entre otras.
