A partir de noviembre de 2016, diplomáticos estadounidenses en La Habana, Cuba, denunciaron misteriosos ataques acústicos en su contra. Más de diez empleados de la embajada gringa, y sus familiares, tuvieron que recibir tratamiento después de meses y meses de agresiones. Dos trabajadores, de acuerdo con el Departamento de Estado, quedaron con problemas de salud tan graves que necesitaron ser trasladados a Estados Unidos para recibir tratamiento. Entre las lesiones sufridas, se encuentra la pérdida del oído y algunos síntomas similares a los de una conmoción cerebral. Cuando se le preguntó al gobierno cubano sobre el casi indescifrable acoso, la autoridades negaron su participación, aunque, de igual manera, comenzaron una investigación “minuciosa, prioritaria y urgente” para resolver el enigma.

Este martes 3 de octubre, el gobierno de Estados Unidos comunicó la expulsión de 15 diplomáticos de la embajada de Cuba en Washington como una respuesta a los ataques acústicos sufridos por sus trabajadores en La Habana. A través de un comunicado, Rex Tillerson, secretario de Estado, indicó que no responsabilizan a las autoridades cubanas por el ataque al personal estadounidense. Aunque, eso sí, la decisión se tomó después de considerar que fueron incapaces de proteger a su cuerpo diplomático acorde a sus obligaciones ante la Convención de Viena. “Nuestra posición no es presumir la culpa de los cubanos. En cambio, se requiere que el gobierno cubano sea capaz de cumplir sus obligaciones con la seguridad, bienes y protección de diplomáticos extranjeros en su país”, dijo Tillerson.

El miembro del equipo de trabajo del presidente Donald J. Trump mencionó que mantendrán sus relaciones diplomáticas con Cuba y seguirán colaborando con sus autoridades en la investigación sobre los ataques acústicos. Los empleados cubanos tienen siete días, a partir de este martes, para dejar el país. Tillerson hizo hincapié en que estos empleados no han sido catalogados como personas non grata. El pasado viernes 29 de septiembre, Estados Unidos ordenó que todo su personal no esencial abandonara la embajada en La Habana. Ese mismo día, también advirtieron a sus ciudadanos no visitar la isla debido a los “ataques acústicos”. Por lo pronto, las relaciones entre ambos países se siguen tensando.

Foto: Mark Wilson/Getty Images

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