La organización Fashion Revolution, instaló en Berlín una máquina expendedora de playeras con un costo de dos euros (casi $35 pesos) por prenda.
Varias personas se acercaron con la idea de comprar una playera a buen precio. Después de insertar el dinero, la máquina les daba la opción de elegir la talla, pero al seleccionarla, aparecía un video mostrando las pésimas condiciones que tienen las jóvenes que fabrican ropa.
Tras ver que la mujer que elaboró la prenda tiene una jornada laboral de 16 horas al día y que le pagan menos de un euro por hora, la gente cambia de opinión.
Recientemente, John Oliver mostró en uno de sus programas el caso de la compañía GAP. En 1995, 2000 y 2007 se descubrió que usaban trabajo infantil para la fabricación de sus prendas, en cada controversia prometieron hacer cambios. A la fecha se siguen descubriendo casos.
Las empresas tiene contratos en regla con maquilas, pero cuando se cargan de trabajo subcontratan a otras que no cumplen con buenas condiciones laborales. Así, cuando son sorprendidos, las compañías se lavan las manos diciendo que “no sabían lo que ocurría”
La mejor cosa que puedes hacer como consumidor es conocer cuáles son las empresas que utilizan trabajo infantil y no le dan condiciones dignas a sus trabajadores.
@plumasatomicas