Como recordarán, hace unos días publicamos que los senadores se sientan sobre sillones de diseño italiano que cuestan más de 50 millones de pesos, esto gracias a que el mobiliario tiene “propiedades de impermeabilidad, transpiración y resistencia contra rozaduras”.
Ahora, según datos del Informe del Ejercicio del Presupuesto de Egresos al 31 de diciembre del 2014, sabemos que nuestros valiosísimos representantes gastaron el año pasado la nada despreciable cantidad de 32 millones 611 mil 200 pesos en servicio de cafetería, cifra que parece ser se salió de control, puesto que el presupuesto inicial para ese rubro era de 15 millones 683 mil 100 pesos, pero la suma se disparó a más del doble.
El informe, publicado en El Economista, da a conocer que los senadores tuvieron bufet en 81 sesiones, y servicio de comedor en 2,302 reuniones de trabajo de las comisiones legislativas y de legisladores, 245 de órganos de gobierno y 574 de grupos parlamentarios, foros y eventos nacionales e internacionales, así como en 1,226 reuniones de trabajo administrativo y para oficinas de legisladores, comisiones y áreas técnicas, parlamentarias y administrativas de la Cámara.
¿Sorprendidos? Ahí les va otro dato. Los 32 millones que se gastaron en café y comida, no están tan alejados de lo que costó cubrir los viajes, viáticos y cupones de las comisiones oficiales del Senado (50 viajes nacionales y 114 internacionales), rubro en el cual se ocuparon nada menos que 39 millones 699 mil 800 pesos.
Y ustedes se preguntarán “¿pues en qué aviones viajan los legisladores?”. Bueno, para que se den una idea: un boleto de avión de los senadores llega a rondar los 100 mil pesos.
Ahí está, para que no digan que los senadores lo único que saben hacer en su chamba es dormirse, también comen y viajan…