Entre aquellos datos curiosos que nos podemos encontrar en la vida resalta el del salario del señor que preside al organismo que decide nuestro salario mínimo, ¿quieren saber de cuánto es? Bueno, para adelantarles un poco el dato (y se empiecen a indignar) pongamos que el señor gana lo que ganan 115 mexicanos que ganan el mínimo.
Así es, mientras el salario mínimo en nuestro país ha llegado a ser equivalente a lo que cuesta un kilo de limón, el presidente de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), don Basilio González, gana anualmente 2 millones 81 mil 600 pesos, pero si no creen que es suficiente para que el señor cubra sus necesidades, no se preocupen, ya que además le dan casi 40 mil pesos por un bono de «protección al salario» (así es, «protección al salario»); 75 mil 800 pesos de pago de seguros; 275 mil 211 pesos por concepto de «fondos y seguros de ahorro para el retiro» y 270 mil pesos por «condiciones de trabajo, contratos colectivos y otras remuneraciones». Todo junto nos da un total de 2 millones 798 mil 600 pesos.
La Jornada publicó un artículo el día de hoy en el que hace una serie de comparaciones, por ejemplo, un coordinador general de dicha comisión gana 1 millón 856 mil 125 pesos anuales, y un director de unidad gana 809 mil pesos, salarios muy superiores al de los analistas, profesionales especializados y dictaminadores que trabajan ahí, quienes ganan apenas 191 mil 900 pesos anuales (que, además, es menos de lo que gana en un mes el presidente de esta comisión).
La Conasami (que es muy criticada por las asociaciones de obreros) recibe 41 millones de pesos de parte del gobierno federal, de los cuales utiliza 11 para servicios de «apoyo administrativo» y para la paga de don Basilio.
La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos es la que se dedica a elaborar estudios económicos para determinar cuánto se incrementará nuestro salario mínimo (más de 28 millones de pesos). De todo el dinero que se gastan en hacer estos análisis, 20 millones se utilizan para el pago de servicios profesionales de estos análisis, y 7 millones 600 mil por gasto de operación de los mismos informes.
La cosa es que en los sexenios panistas (los dos pasados) el promedio de incremento salarial ha sido de 2 pesos diarios, es decir, 730 pesos de aumento en un año, pues se ha fijado de acuerdo con la inflación prevista para el año siguiente. Pero si esto ya se determinó así ¿de que sirve entonces esta comisión? Por lo menos esto es lo que se preguntan dirigentes de la Nueva Central Sindical, y de la Unión Nacional de Trabajadores, quienes han pedido que se desaparezca esta comisión y se cree el instituto del salario, cuya misión ya no sería fijar los «techos de revisión salarial» sino que tendría la misión de fomentar el mejoramiento del poder de compra de los trabajadores.
Por cierto, don Basilio ha sido presidente de dicha comisión ya 5 veces (desde 1991, cuando era presidente Salinas) y estará en él hasta el 2015. El señor no ha mostrado mayor interés en mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores mexicanos en los más de 20 años que ha presidido dicha dependencia (que corresponden a casi la mitad del tiempo que ha existido la comisión desde que fuera creada en 1962). Pues bueno, parece que don Basilio ya ha permanecido demasiado tiempo en ese lugar, y si el salario mínimo de los mexicano es uno de los menores en Latinoamérica ¿podríamos decir que ha hecho bien su labor? ¿se ha ganado esos casi 3 millones de pesos anuales? ¿o será que esa comisión necesita un cambio radical? (entre los cambios radicales podría estar la posibilidad de desaparecerla y crear mecanismos mejores y que no nos cuesten tanto para definir el salario mínimo de los mexicanos ¿no es así?).
En su página de internet la Conasami dice que la dependencia:
«Tiene como objetivo fundamental cumplir con lo establecido en el artículo 94 de la Ley Federal del Trabajo, en el que se le encomienda que, en su carácter de órgano tripartito, lleve a cabo la fijación de los salarios mínimos legales, procurando asegurar la congruencia entre lo que establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos con las condiciones económicas y sociales del país, propiciando la equidad y la justicia entre los factores de la producción, en un contexto de respeto a la dignidad del trabajador y su familia.»
Podríamos preguntarnos si la comisión ha logrado su objetivo fundamental realmente.